La Unió de Llauradors ha estimado que las pérdidas en el campo valenciano como consecuencia de las condiciones climatológicas durante 2016, año en el que se pasó de un periodo de extrema sequía a episodios de temporales de lluvias, podrían alcanzar los 700 millones de euros.
La organización agraria asegura en un comunicado que el temporal de lluvias fuertes y continuadas del pasado mes de diciembre, acompañadas de viento y pedrisco y que provocaron inundaciones en algunas zonas, dejaron pérdidas directas en el campo valenciano cercanas a los 320 millones de euros.
El cálculo no contempla otra serie de pérdidas indirectas que se producirán» en los próximos meses
En esta cuantía económica inicial, según la Unió, no se contemplan otra serie de pérdidas indirectas que «sin duda se han producido o se producirán» en los próximos meses.
Además, señala que a esta cifra hay que sumar la cantidad de más de 250 millones de euros estimada ya en su día por La Unió por los efectos de la grave sequía y la de otras adversidades climatológicas.
La organización agraria ha puesto como ejemplos el pedrisco de finales de septiembre, que causó pérdidas de unos 12 millones de euros, lo que ha provocado que el año 2016 «sea muy nefasto» para los agricultores de la Comunitat Valenciana.
«Podríamos estar hablando en conjunto de unas pérdidas climatológicas de cerca de 700 millones de euros, pues se ha pasado de un periodo de extrema sequía a episodios de temporales», han indicado las fuentes.