La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante la presentación por parte de la Comisión Europea de Agricultura y Desarrollo Rural del proyecto de reglamento que prohibiría a medidados de año el uso de fitosanitarios en determinadas áreas productivas declaradas a efectos de las superficies de greening, se ha dirigido a los parlamentarios europeos españoles para que expresen su rechazo al mismo, ya que de salir adelante la medida, como quiere la Comisión, se ocasionarán mayores perjuicios ambientales.
La organzçización recalca que en estas superficies, declaradas como de interés ecológico exclusivamente a efectos del pago verde, «no son obligadas las prácticas de agricultura ecológica y sus producciones no se hallan amparadas, ni están sujetas a las normas y etiquetado de productos ecológicos que regulan dicho modelo, con el que simplemente coinciden en la denominación».
Unión de Uniones advierte de que «cualquier decisión sobre superficies de greening tendrá para España mayores consecuencias que en el resto de la UE»
La organización insiste en que esta cuestión fue ya abordada durante las discusiones de la Reforma de la PAC y que no hubo un consenso de los Estados para implantarla; y recuerda, además, en el Consejo de Ministros de Agricultura del pasado octubre una mayoría de Estados Miembros suscribieron un documento de rechazo a las propuestas de la Comisión. Pese a todo, el Ejecutivo comunitario sigue con su ofensiva, está vez en la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo que se celebrará este próximo lunes 13, con el objetivo de que la prohibición entre en vigor a mediados de este mismo año.
Según los informes de la Comisión, España es el país que más superficie agraria declara como de interés ecológico, representando el 27% de lo que se acredita en el conjunto de la Unión Europea y traduciéndose en una superficie de más 700.000 hectáreas de cultivos fijadores de nitrógeno sembradas por 50.500 agricultores y otro millón de hectáreas de barbecho gestionadas por 97.800 agricultores. Por este motivo, «cualquier decisión en este asunto tendrá para España mayores consecuencias que para el resto de Estados miembros».
Unión de Uniones destaca que la imposibilidad de realizar tratamientos en los cultivos fijadores de nitrógeno, imprescindibles para su buen estado, se va a traducir en una reducción de la superficie de los mismos y una mayor necesidad de aporte de fertilizantes a las tierras agrícolas. Además la disminución de producción de proteína vegetal, de la que España es deficitaria, podría incidir en mayores importaciones de soja exterior, en su práctica totalidad transgénica.
Asimismo, la prohibición del uso de herbicidas en los barbechos traería una mayor erosión así como mayores costes productivos y un aumento del consumo de combustibles fósiles y emisiones GEIs.
La organización ha enviado una carta a todos los europarlamentarios explicándoles la situación e insistiendo en que la prohibición del uso de fitosanitarios en estas superficies tendría efectos contrarios a los medioambientales perseguidos y, además, complicaría aún más la gestión administrativa de la medida en lugar de simplificarla.