La campaña del cereal se está caracterizando por las grandes producciones y los buenos rendimientos, pero no por la rentabilidad que puedan lograr los agricultores. Hasta el punto de que todas las organizaciones ya han empezado a dar la voz de alarma.
Por ejemplo, ASAJA de León comparte los datos oficiales sobre la cosecha de cereales de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale), aunque matiza que a diferencia de otras provincias, la cosecha en León es muy similar a la de 2015, con un incremento del 6,74% en producción, debido en parte a que también se ha producido un incremento del 3,67% en superficie. Se estima pues una producción de grano de 383.340 toneladas, frente a las 359.121 del año 2015 y las 358.900 que representa la media de los diez últimos años.
una caída media del 20% en los precios hace presagiar una rentabilidad más baja que en 2015, según asaja león
En este contexto, con una caída de precios del 18,6% en el trigo y del 22,8% en la cebada respecto a la cotización de las lonjas hace ahora un año, se puede afirmar con rotundidad que la campaña de cereales de invierno en la provincia de León es mucho peor que la de 2015 en términos de rentabilidad económica.
De igual forma, recuerda que los cereales de invierno son el cultivo principal en los secanos de las comarcas de Sahagún y Esla Campos. No obstante, el peso de la agricultura de la provincia de León viene de la mano de las tierras de regadío, donde el cultivo estrella es el maíz, un cultivo de primavera, con una superficie de unas 70.000 hectáreas anuales que este año se han quedado en tan solo 60.800 hectáreas.
El retraso de más de más de 45 días en las siembras ocasionará enormes pérdidas, que se constatarán en los próximos meses, a lo que se sumará también las bajas cotizaciones de este grano que se mueve por parámetros similares a los cereales de invierno.
uccl es levemente más optimista sobre la rentabilidad aunque dependerá de unos precios «que parecen no haber tocado fondo»
Por su parte, UCCL recuerda que aunque las estimaciones de producción suben en 2016, la rentabilidad al agricultor se mantiene constante, por lo que sigue insistiendo en la importancia de poner en marcha mecanismos de intervención, como los que existían hace 24 años, que eviten la volatilidad de los mercados y seguren la rentabilidad de los agricultores por encima de los costes de producción.
Destaca la organización que la satisfactoria cosecha de cereal, en lo que a producción se refiere, con unos rendimientos medios en torno a los 4.000 kg la hectárea frente los 3.000 kg la hectárea del año precedente, se ha visto empañada por la importante caída de precio en origen; la actual cotización del cereal es un 25% más baja que el precio de hace un año.
Aunque las estimaciones de cosecha de cereal en Castilla y León auguran una producción mayor que la del año pasado, la Unión de Campesinos de Castilla y León recuerda que no todas las zonas de nuestra región registran una cosecha “record” y que hay comarcas donde la producción es similar o incluso inferior respecto al año precedente. Zonas como el oeste de Burgos o León, donde el invierno lluvioso ha facilitado la proliferación de plagas y enfermedades que ha provocado una reducción considerablemente su producción media.
Asimismo, insiste en que la tendencia bajista de los precios de cereales en los mercados mayoristas junto con que los “inputs” de los agricultores se mantienen constantes, hace que, según estimaciones de la UCCL, los agricultores de Castilla y León tendrán una rentabilidad media similar a la registrada el año pasado, con un incremento de un 3,3% respecto al 2015, que variara en función de las producciones obtenidas por cada agricultor y de los precios del cereal «que parece no haber tocado fondo».
en extremadura ya se habla de «precariedad económica» por la caída de precios como por la menor cosecha
Pero esta sensación de preocupación e incertidumbre sobre los precios no es sólo de Castilla y León. La organización agraria APAG Extremadura ASAJA denuncia «la situación de precariedad económica y la drástica caída de los precios» del sector cerealista en esta comunidad autónoma en la presente campaña.
La cosecha ha sido más baja de lo esperado, como consecuencia de plagas, malas hierbas y enfermedades (como el gusano de alambre o el mosquito de trigo), a pesar de las excelentes condiciones climatológicas que se han dado en los últimos meses de esta primavera.
En concreto, esta organización estima que las pérdidas que se han llegado a registrar en cualquier cultivo de cereal oscilan entre los 1.500-2.000 Kg/Ha. A esto se añade la bajada de precios que semana tras semana ha registrado tanto la cebada, como el trigo, la avena y el maíz. Cabe destacar que esta bajada de precios no es debido al aumento de producción del cereal en otras comunidades autónomas.
Según se desprende de la Lonja Agropecuaria de Extremadura, en el periodo 19-26 del presente mes, la media de precios para el comprador es de 148,50 euros para la cebada, 154,5 para el trigo y 151,5 euros para la avena de país, «si bien estos precios no se están respetando,vendiéndose incluso estos cultivos por debajo de la mínima».
Asimismo, APAG Extremadura ASAJA destaca que la bajada del precio del cereal no está repercutiendo en los piensos que destinan los ganaderos a sus explotaciones. En el caso de que así fuera, sí contribuiría al consumo de los cereales, aclara.
Por otra parte, esta organización agraria recalca que de haberse llevado a cabo la quema controlada de rastrojos, los resultados hubiesen sido completamente opuestos a los que, por desgracia, se han dado en la región y ya, en concreto, en la Campiña Sur, si bien esta organización estima que los precios hubieran seguido siendo igualmente alarmantes.
APAG Extremadura ASAJA augura un muy mal final al sector cerealista en Extremadura si sigue por esta línea de precariedad económica, lo que repercutiría negativamente en la economía extremeña.