EFE.- El grupo anunció su apoyo a la iniciativa de Oxfam «Jóvenes sin tierra = Tierra sin futuro» que reclama a Cartes que recupere esos terrenos donde se produjo una masacre de campesinos y policías en 2012, que provocó el cese del entonces presidente, Fernando Lugo, caso paradigmático del conflicto por la tierra en el país.

«En Latinoamérica la tierra está en manos de unas pocas personas y empresas que la explotan sólo en su propio beneficio. Tenemos que usar nuestro poder para que esto deje de ocurrir», declaró el líder de Calle 13, René Pérez Joglar, según un comunicado de organización internacional.

El cantante pidió «expresamente a la gente que firme la petición para que los jóvenes paraguayos de Curuguaty tengan tierra y, por lo tanto, futuro»

La ONG con presencia en 90 países lanzó la campaña hace un mes para recuperar la parcela ubicada en el departamento de Canindeyú (centro) que los labriegos ocupaban antes de ser desalojados el 15 de junio de 2012 tras un sangriento enfrentamiento que dejó a 11 campesinos y 6 policías muertos.

La banda puertorriqueña, ganadora de dos premios Grammy y 19 Grammy latinos, respaldará la campaña de Oxfam durante la gira de conciertos denominada «Multiviral», que tras pasar por América Latina y Estados Unidos recorrerá España entre el 5 y 20 de julio de este año.

El pasado marzo, durante un concierto en Asunción, Calle 13 lanzó un mensaje de apoyo a las comunidades de Curuguaty, en respuesta al vídeo que grabaron las personas de la localidad denunciando «el acaparamiento» de las tierras por parte de la empresa sojera.

Según Oxfam, Paraguay encabeza la lista de países con la distribución de tierra más desigual de América Latina, junto a Guatemala y Colombia.

La organización denunció que Latinoamérica es el continente que en las últimas décadas ha expulsado más población del campo hacia la ciudad y donde 4 de cada 10 jóvenes vive en la pobreza.

«El caso Curuguaty ejemplifica la realidad de millones de jóvenes en la región, cuya falta de oportunidades para el futuro está vinculada a la disputa por el control del agua y la tierra, recursos estratégicos para la producción mundial de alimentos y energía», manifestó la ONG.

La matanza de Curuguaty se produjo cuando un grupo de unos 300 agentes de la Policía intentó desalojar a una treintena de campesinos que habían ocupado una finca de la localidad que querían que formara parte de la reforma agraria.

Cinco labriegos fueron acusados de intento de homicidio por la muerte de los policías, mientras que no se han explicado las circunstancias del fallecimiento de once de sus amigos y familiares en el enfrentamiento, ni hay ningún imputado por ello.

Los sucesos llevaron a la destitución una semana después por parte del Congreso del entonces presidente, el izquierdista Fernando Lugo, tras un controvertido juicio político, y al nombramiento en su lugar de Federico Franco, del Partido Liberal (derecha).

Las tierras en disputa están en manos de una empresa de la familia de Blas Riquelme, un fallecido líder del gobernante Partido Colorado, la cual pidió expulsar a los campesinos para usarla como plantación de soja, mientras que el Estado mantiene un litigio legal desde hace años porque asevera que le pertenecen.

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