ASAJA no entiende cómo los responsables sanitarios y políticos intentan “jugar al despiste, cuando donde la plaga de topillos está más extendida se corresponde con los municipios de procedencia de los enfermos diagnosticados”. De hecho, si desde la administración se advierte sobre el peligro de consumo de cangrejos es precisamente porque éstos se alimentan frecuentemente de los topillos que caen a canales y acequias.

      Por ello, ASAJA considera que “la errática y dubitativa respuesta de la administración en este tema, sin una línea clara en cuanto a las medidas a seguir para controlar esta sobrepoblación de topillos explica en buena medida que un problema se conoce desde el otoño pasado todavía no se haya frenado, y mucho nos tememos que va a seguir siendo una amenaza para la próxima campaña”.
En la provincia de Palencia ya no solo es la zona de Campos la afectada, sino que ya hay daños muy importantes en otras comarcas y localidades, puesto que la lista de municipios afectados no deja de crecer.

Los daños siguen creciendo y llegan al girasol y remolacha

       En este sentido, a los "importantísimos" daños sufridos en alfalfas, vezas y, sobre todo, cereal, que en estos momentos se están cuantificando a través de las tasaciones de Agroseguros, se unen los que ahora mismo se están empezando a provocar en los cultivos que están en el campo, como el girasol y la remolacha.

      ASAJA considera que la Junta de Castilla y León debería hacerse cargo de cubrir los perjuicios ocasionados y especialmente de las franquicias de los seguros por daños por topillos, ya que como se ha demostrado la administración no ha sido capaz de resolver un problema que no solo es productivo, sino también sanitario. “Es lamentable, que en los tiempos que corren, tengamos que depender del clima, o del ciclo vital de los topillos para controlar una plaga, que no solo provoca daños económicos, que acabaremos valorando en millones de euros, sino que también preocupa seriamente a los habitantes del medio rural, que están cansados de convivir con la presencia constante de topillos en sus jardines y huertos, y de nuevo asustados ante la posibilidad de que la tularemia se extienda”, subraya ASAJA.

     La organización profesional agraria pide a la administración que “deje de dar bandazos en este tema y compruebe en los campos lo que está ocurriendo. Es hora de que se posicione del lado del agricultor, y no de que se confunda la protección al medio ambiente con la protección de una plaga de roedores”.

     En este sentido, una vez más, ASAJA-Palencia recuerda que medidas tradicionales, como la quema de rastrojos “en tiempo y forma, no con retraso, como ocurrió la última vez”, son más eficaces, económicas y sostenibles con el medio ambiente.

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