Según ha destacado, este producto gozará con este doble etiquetado de unos controles de calidad y de trazabilidad "independientes" y "por partida doble", que garantizarán que lo que le llegue al consumidor sea un "auténtico lechazo de Castilla y León, y pague por ello".
"Si el consumidor no tiene la certeza de que lo que le venden es lechazo de verdad, no pagará por ello", ha recalcado.
En este sentido, Clemente ha reafirmado su compromiso para que el lechazo "Tierra de Sabor" llegue a los consumidores con un precio que reconozca "el tremendo esfuerzo" de los ganaderos.
Según ha apuntado, el objetivo es dotar a este producto de un instrumento que permita aportar valor añadido a todos los agentes que intervienen en la cadena de producción del lechazo.
"Si hablamos de lechazo, hablamos de Castilla y León", ya que es una palabra inventada en esa región para referirse a algo "muy específico", un cordero alimentado únicamente de leche materna, sacrificado cuando alcanza los siete kilos sin cabeza, ni asadura, ha explicado.
La consejera ha precisado que "Tierra de Sabor" más que una marca "es una estrategia comercial y promocional para vender un producto que gusta en toda España", donde el 79 % de los lechazos que se comercializan provienen de Castilla y León.
De los 2.134.511 lechazos de Castilla y León que se vendieron el año pasado, un total de 687.344 son animales sacrificados bajo las dos figuras de calidad existentes, un 21 % más que en 2009.
Clemente ha subrayado que el sector del ovino es uno de los más pujantes de la región, con 1.973 explotaciones que trabajan para la IGP y la marca de calidad de la comunidad.
Por su parte, el presidente de la IGP "Lechazo de Castilla y León", Alfonso Sanz, ha indicado que el logro de tener un producto con "una calidad indiscutible" es fruto del trabajo de todas las cooperativas ganaderas que se dedican a la producción de ovino, "seña de identidad de la región".
"En todos los pueblos de la comunidad era y es habitual ver rebaños de ovejas en sistemas extensivos, que perduran a pesar de las dificultades económicas", ha señalado Sanz.
En su opinión, este hecho demuestra que sigue predominando "el buen hacer" de gente que, además de mantener una actividad centenaria, "contribuye a fijar población en el medio rural".
En el acto también ha participado el periodista castellanoleonés y crítico gastronómico, Javier Pérez Andrés, quien ha destacado que las etiquetas "Tierra de Sabor" y de la IGP van a permitir "apuntalar" el lechazo de Castilla y León para distinguirlo del cordero de otras zonas y "mantener una cabaña ganadera formada por razas autóctonas que todavía preservan su pureza".