Según sus datos, por cada 11 cartones de tabaco que se venden -cada uno cuesta 46,5 euros, de los que el 80 % son impuestos, es decir 37,20 céntimos- el Estado deja de recaudar alrededor de 409,20 euros.
"Cada vez que se venden 11 cartones, esas organizaciones del crimen organizado le están robando un subsidio de ayuda a un parado, los 400 euros de ayuda familiar", ha detallado.
Ha recordado que las ventas de cigarrillos han caído en España de 2005 a 2012 un 42,4%, debido a varias causas, "pero no a que haya bajado el numero fumadores, lo que ocurre es que el consumidor elige las más baratas o va al mercado ilegal".
Según Espejo, la distribución del tabaco ilegal es irregular según las ciudades españolas: es de más de 30,5 % en Cádiz, Sevilla, Málaga, Huelva, Pontevedra y en algunos puntos de Barcelona, y llega a su máximo nivel en la bahía de Algeciras, hasta el 80,5%.
"No frenar el contrabando es favorecer el comercio ilegal de tabaco, ir contra el legal y llevar a la ruina a miles de familias; corremos el riesgo de llegar a niveles del 1993 con un 23 % de media de contrabando en España", ha añadido.
Espejo ha subrayado una creciente profesionalización de estas redes de contrabando con una presencia de mafias organizadas que ven este negocio muy lucrativo con un pequeño riesgo penal.
Hay pisos que se convierten en zonas ilegales de venta de tabaco
"En Cádiz hay pisos que se convierten en zonas ilegales de venta de tabaco, se vende tabaco puerta a puerta; con una estrategia bien estudiada por grandes organizaciones criminales, amparándose y escondiéndose en personas cercanas a la indigencia, que se convierte en coartada ética o moral para el que compra el tabaco de contrabando", ha detallado.
En las últimas semanas, se ha detenido a una red de contrabando en Madrid y se ha desmantelado una fábrica de tabaco que hacía al mes 1,5 millones de cajetillas, lo que, según ha precisado, ha "evitado un fraude de 3 millones de euros a Hacienda".
En su opinión, las banda organizadas han dado un paso más, "ya no se limitan a traer el tabaco de contrabando, sino que lo fabrican en nuestro propio territorio y si permitimos que esto siga adelante, el tabaco legal desaparecerá, la industria y los estancos, y el Estado no podrá recaudar".
"No se puede permitir que ese fraude lo pague la sociedad; hay que actuar contra el contrabando, debe haber voluntad política para romper la raíz del problema", ha insistido.
La Comisión Europea ha propuesto medidas como el endurecimiento de sanciones y reforzar controles aduaneros, ya que cada año la Unión Europea pierde 10.000 millones de euros por contrabando.
Según Espejo, el contrabando destruye estancos y en los últimos cuatro años han cerrado 40 en Cádiz.