Además, y como un seguro añadido a esta apuesta por la innovación, Pioneer DuPont ha dado la opción de que a aquellos que no les guste el estado de su cultivo a fecha de 31 de enero, la empresa les suministra una nueva semilla totalmente gratuita para la resiembra.

     Según destaca el propio Pedro gallardo, los objetivos de este proyecto innovador son, de una parte, que el agricultor consigue convertir este cultivo en un cultivo de primor, adelantándose a todos los vendedores europeos en el mercado. De este modo, al no haber competencia, el agricultor tiene la capacidad de vender al principio o guardarlo y, así, juega con cierta ventaja. Este fue el caso de Pedro Gallardo quien a finales de junio 2013 vendió en 450€/tonelada mientras a los pocos días el mercado cayó a 330-350€/tn.

Se eliminan los extremos de temperatura o golpes de calor

    Por otro lado, Gallardo comenta que de cara al cultivo en sí la ventaja es muy palpable porque en primer lugar se eliminan los extremos de las temperaturas o golpes de calor en los estadíos finales de la planta o fase final de maduración. “Al anticipar su maduración a mayo en vez de agosto, las temperaturas no son tan elevadas”.

    En segundo lugar, estas siembras tempranas han permitido incrementar el número de plantas por hectárea. Gallardo recuerda cuando en los años 90 en su explotación se sembraba unas 70.000 plantas por hectárea y ahora siembran con más de 110.000 plantas por hectárea. En una siembra convencional de finales de marzo dicha competencia entre plantas haría que ninguna planta llegara a una granazón satisfactoria debido al exceso del número de plantas y la poca disponibilidad de humedad en el suelo.

    Por el contrario, las siembras tempranas han permitido incrementar el número de plantas por hectárea ya que durante el ciclo de la planta no les falta humedad. Con ello se busca un mayor rendimiento por hectárea, tal vez un punto más de grasa y, sobre todo, ser el primero en ofertar su cosecha en el mercado.

Girasol de otoño – Remolacha de otoño

   Como bien recuerda Pedro Gallardo, este caso podría ser muy parecido a lo que pasó a finales de los 60 y principios de los 70, años en los que el empeño de algunos agricultores innovadores de Andalucía propició que el cultivo de la remolacha pasará de sembrarse en primavera a otoño.

   Fue una gran innovación y una ruptura con los estereotipos y mitos de entonces, Pedro recuerda las anécdotas de su abuelo y cómo a finales de los 60 y principio de los 70, éste preguntaba a los vendedores de semilla de remolacha: "¿Por qué hay que sembrarla en febrero? ¿Por qué hay que sembrarla en la menguante de febrero y no en la creciente?" ¿En qué influye la luna para la nascencia del cultivo? Al final, la remolacha es a día de hoy un cultivo de siembra prácticamente del 100% otoñal en Andalucía.

     Pedro Gallardo es consciente de la aventura en la que se ha metido, pero también que quizás en los próximos años "podamos acontecer a algo análogo en el cultivo del girasol a lo pasdo con la remolacha".

   De momento lo cierto es que esta iniciativa ya suma más de mil hectáreas, repartidas entre un variopinto número de agricultores de Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz. Para ello cuentan con la innovación y la genética de la semilla suministrada por Pioneer DuPont.

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