No obstante, Vázquez opina que en los próximos aforos podrían rebajarse las cifras si no llueve -que de momento parece improbable-, ya que la aceituna necesita de precipitaciones en la primera quincena de septiembre para que coja tamaño y no se arrugue. El volumen aforado no sólo podría reducirse por la falta de agua, sino también porque muchos agricultores se decanten por el aceite.

Parte de la producción se podría destinar a aceite por la falta de lluvia


      "No ha llovido, hace mucho calor y vientos de levante fuertes", lo que puede afectar al desarrollo del fruto, lo cual podría animar a muchos agricultores a desviar parte de la producción de menor calibre a molino para producir aceite (variedades de doble aptitud), más aún cuando las cotizaciones de este alimento han repuntado.

     Y es que todo apunta a que este año se recogerá menos de un millón de toneladas, pero se consumirán 1,65 millones de t, lo que ha hecho que los precios del aceite de oliva estén subiendo.

     "Hay operaciones a futuros para finales de octubre, para los primeros aceites de muy buena calidad, a tres euros el kilo y eso es un aliciente" para que los oleicultores desvíen a molino.

     España -primer productor mundial de aceituna de mesa, con la provincia de Sevilla como principal protagonista- arrastrará a la baja las cifras de la Unión Europea -nuestro país concentra más del 80% de cada cosecha europea-, que en su conjunto retrocederá un 10% en volumen, según ha remarcado Vázquez.

     Grecia, segunda potencia de la UE, tendrá "una caída importante", ha añadido el responsable técnico, quien también ha apuntado descensos destacados en Argentina (un 65 % menos por las heladas) y en EEUU (cae a la mitad por la adversa climatología).

     En este contexto, el volumen de producción mundial podría bajar el 20 %, lo que abre grandes expectativas a la aceituna española", país que tiene en el mercado exterior el 65 % de sus clientes.

     En su opinión, la aceituna española se puede hacer más hueco en el mercado de EEUU o Brasil, que tradicionalmente han tenido a Argentina como uno de sus proveedores principales, pero que este año no podrá vender tanta cantidad por sus bajas cosechas.

     "Las expectativas de aumento de nuestras exportaciones son buenas", lo que ayudaría a "equilibrar los balances" y "soltar el lastre" de las producciones de años anteriores.

Confianza en que los agricultores logren una cierta rentabilidad en sus producciones


     Confía además en que se recuperen los precios que reciben los agricultores para asegurarles cierta rentabilidad, algo que no ha ocurrido en los últimos años, marcados por la crisis, el abandono de las fincas e incluso los arranques de árboles.

     "Este sector sigue en pérdidas -el año pasado se pagaba a 0,51 euros el kilo de manzanilla al productor, cuando los costes de producción pueden llegar a 0,66 o 0,82 euros-, por lo que pedimos a la Administración un plan de viabilidad o reconversión urgente. De momento, la tendencia de cotizaciones es alcista. "Los precios de la manzanilla en EEUU están por encima del euro", ha ejemplificado.

      Respecto a la campaña pasada, el precio durante el inicio de campaña en España es un 10% superior al año pasado en algunas variedades, cifra que confía en que siga ampliándose con el transcurso de la recolección, que se generalizará el día 9 de septiembre con la apertura de muchos de los centros de compra.

     Entre las novedades de campaña, Vázquez explica que, en virtud de la última ley de mejora de la cadena alimentaria, existe la obligación de que los agricultores que vendan por más de 2.500 euros lo hagan mediante contrato con los industriales.

ASAJA insiste que se deben firmar contratos para la venta de la aceituna


     Ha remarcado, además, que la aceituna es un producto perecedero y, como tal, debe ser recogido en dicho contrato con un período de pago inferior a los 30 días.

     Por su parte, crece el temor de que un mayor precio fomente los robos de aceitunas, por lo que Asaja destaca la importancia de utilizar la "Guía Conduce" -que asegura la legalidad del transporte y la trazabilidad- y de la inspección por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de centros de compra y mercadillos.

     "Hemos pedido a nuestros agricultores que redoblen sus esfuerzos y estén más atentos" ante un posible aumento de los robos en un año en el que se combina producción escasa y aumento de precios.

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