El pan de Alfacar es el quinto en España en conseguir el reconocimiento de IGP tras el pan Cruz (Ciudad Real), pan de Cea (Orense), el pan de Pagés Catalá y el pan de Ronyó, ambos producidos en Cataluña, según han explicado desde la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (Ceopan).
Su proceso de elaboración, que se realiza tradicionalmente en los municipios de Alfacar y Víznar, se realiza a diario, sin masas congeladas, y dura hasta cuatro horas.
Entre sus ingredientes se encuentra el agua de los manantiales procedentes del Parque Natural de la Sierra de Huetor y masa madre desarrollada en la zona, levadura del tipo Saccharomyces cerevisiae y sal comestible.