La Comisión Europea (CE) prolongará un año la validez de las autorizaciones para plantar y replantar vides que expiran en 2024 en regiones afectadas por la sequía o precipitaciones excesivas, según informó este miércoles el propio Ejecutivo comunitario.
Bruselas precisó en un comunicado que la medida afecta, en particular, a varias regiones en España, Italia y Francia.
La propuesta de la CE, que fue aceptada por los Estados miembros y será adoptada en las próximas semanas, evitará que los viticultores afectados pierdan sus permisos de plantación a consecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos y les permitirá plantar y replantar vides en 2025, de acuerdo con el Ejecutivo comunitario.
Según la legislación en vigor, las autorizaciones para plantar y replantar vides tienen, por lo general, una validez de tres años desde la fecha en que se conceden.
Durante el periodo de validez de cada autorización, los viticultores habitualmente deciden qué variedades y tipos de vino producir en los nuevos viñedos, preparan la tierra en otoño o invierno y adquieren las nuevas vides, que después se plantan durante la primavera, ya que esa es la estación más adecuada para hacerlo.
«Sin embargo, España y el sur de Italia han estado sufriendo una persistente sequía, mientras que la lluvia excesiva y continua afectó al norte de Italia y Francia. Regiones en otros Estados miembros también se han visto afectadas», expuso el Ejecutivo comunitario.
Como resultado de esas condiciones meteorológicas, los viticultores no han sido capaces de realizar a tiempo ciertas operaciones necesarias para plantar las vides, como la preparación de la tierra. Por tanto, se arriesgan a perder las autorizaciones de plantación que vencen pronto.
Bruselas añadió que esto sucede en un contexto en el que el sector del vino ya está sufriendo «condiciones de mercado desfavorables».
Ante ese escenario, la Comisión Europea decidió extender doce meses la validez de las autorizaciones de plantación y replantación a partir de su fecha actual de vencimiento en 2024.
Esa prórroga afecta a los permisos que expiran en 2024 y está pensada para ser usada en las regiones que los Estados miembros han identificado como afectadas por la sequía o las precipitaciones excesivas en invierno o primavera de 2024.