COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura alerta de las importantes pérdidas para el campo extremeño que puede llegar a suponer la materialización del abandono de la Unión Europea por parte del Reino Unido. Los efectos negativos de esta salida –que supone una disminución de 65 millones de potenciales consumidores– afectarán en la región a los sectores de frutas y hortalizas, vino, aceite de oliva y porcino.
Según los datos facilitados por la Dirección Territorial del ICEX, en diciembre del pasado año las frutas, hortalizas y legumbres aportaron 28,3 millones de euros a la economía regional, un 18,2% menos que en diciembre de 2015. Esta cantidad supone el 21,9% del total de exportaciones en el sector de Alimentación, Bebidas y Tabacos que alcanzó la cifra de negocio global de 68,5 millones de euros y fue el principal exportador de la región en el conjunto de 2016.
COAG advierte de que la situación ventajosa para el mercado extremeño “puede verse subvertida con el Brexit»
Centrando el foco de atención en el mercado británico, Extremadura ingresó 5,9 millones de euros procedentes de Gran Bretaña, lo que supone el 4,5% del total de exportaciones realizadas en diciembre de 2016. En el conjunto del pasado año, el volumen de exportaciones desde la región a Gran Bretaña alcanzó los 83,9 millones de euros, el 5% del total de exportaciones extremeñas.
Según esta misma fuente, el saldo comercial global en diciembre de 2016 respecto del mismo mes del año anterior, fue de 36,2 millones de euros. El superávit comercial de la región tuvo un ascenso del 89,2% en los periodos de tiempo comparados
Esta situación ventajosa para el mercado extremeño “puede verse subvertida con la nueva situación política y la salida de la Unión Europea del Reino Unido, que reduce en 65 millones el número de potenciales consumidores”, alertan desde COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura.
Ante esta reducción, la organización profesional exige a la UE “la revisión a la baja de los contingentes de entrada de importaciones agrarias (por ejemplo, tomate procedente de Marruecos), con el fin de evitar una sobresaturación del mercado europeo –con 65 millones menos de consumidores– y para lograr la máxima coherencia con la nueva situación geopolítica”