El Gobierno brasileño informó el pasado 7 de diciembre de un caso "no clásico" de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), enfermedad conocida como "mal de las vacas locas", detectado en un animal muerto en 2010 en el estado meridional de Paraná.
De acuerdo con la versión oficial brasileña, los resultados de un laboratorio británico revelaron que la res portaba el agente que desencadena la EEB, aunque el animal no manifestó la enfermedad ni murió por esa causa.
Las palabras de Prazeres llegan después de que el pasado 21 de diciembre el secretario de Defensa Agropecuaria del Ministerio brasileño de Agricultura, Enio Marques, fijara el mes de marzo como fecha límite al veto a las importaciones de vacuno brasileño antes de emprender acciones.
Marques añadió que superada esa fecha las autoridades brasileñas presentarían una "queja formal", en una rueda de prensa en la sede de la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE).
El "mal de las vacas locas" es transmisible a los humanos, casos en los que recibe el nombre de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
La OIE, con sede en París, mantiene a Brasil en la categoría de país con riesgo "insignificante" de mal de las "vacas locas" a pesar de la detección del caso atípico, el primero en ese país latinoamericano.