La cesta básica en Brasil está formada por carne, leche, fríjol, arroz, harina, papa, tomate, pan, café, banana, azúcar, aceite y manteca, productos cuyos precios subieron una media del 10 % en 2012, según cálculos de organismos sindicales independientes.

    Rousseff no precisó en qué forma hará la revisión de los productos, pero sostuvo que la lista actual está "desfasada" con la realidad del país, por lo que es necesaria una "adaptación".

    La presidenta afirmó que la política de desgravación por sectores que su Gobierno lleva adelante desde hace dos años, junto con la tendencia a la baja de las tasas de interés, garantizará el crecimiento de la economía nacional, que será "más lento" debido a que "el mercado internacional aún no se recupera" de la crisis global, según señaló.

    El Gobierno calcula que la economía brasileña, que cerró 2012 con una expansión menor al 1%, crecerá este año en torno al 4 %, mientras el sector privado estima que el crecimiento será del 3,10 %.

    Sobre la política de desgravación que se aplica ya a diversos sectores, como los automóviles y la línea blanca, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo hoy en un foro empresarial celebrado en Sao Paulo que la intención del Gobierno es mantenerla e incluso profundizarla.

    Mantega hizo un repaso de diversas medidas adoptadas para reducir "los costes financieros y de energía", y aseguró que el Ejecutivo se propone para este año "una mayor reducción de costes tributarios".

    Según el ministro, "Brasil está en una cruzada para reducir los costes" de producción, a fin de abaratar la vida de sus ciudadanos y dotar a las exportaciones de una mayor competitividad.

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