EFE.- Se trata de la BRS Sateré y de la BRS Marabitana, desarrolladas por investigadores de la estatal Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) sin manipulación de genes; lanzadas esta semana al mercado y cuya productividad es seis veces superior a la de las semillas actualmente usadas en la Amazonía.

   "La expectativa es que el uso de los nuevos materiales permita elevar en hasta un 40 % la producción de guaraná en los estados de la Amazonía sin necesidad de desforestar más selva", dijo a Efe André Atroch, investigador de la Embrapa y uno de los responsables por las nuevas tecnologías agrícolas.

   Las nuevas variedades fueron desarrolladas específicamente para permitir que los estados amazónicos de Brasil puedan satisfacer la creciente demanda nacional e internacional por el fruto de esta planta.

   El fruto es usado principalmente como componente de bebidas gaseosas y estimulantes, pero también por la industria cosmética y farmacéutica.

   El guaraná ("Paullinia cupana") es un arbusto trepador originario de la Amazonía, principalmente en Brasil, pero su cultivo se ha extendido a países como Paraguay, Perú, Colombia y Venezuela.

   Su fruto es rico en vitaminas y sustancias estimulantes, como cafeína, teofilina y guaranina, y sirve de fuente para productos energéticos y suplementos dietéticos ofrecidos en la forma de jarabe, polvo, barra de cereales y gaseosa, que pueden ser usados para reducir la fatiga y el hambre.

   También, el guaraná es usado en componentes para prevenir ataques al corazón y el envejecimiento.

   En Brasil, único país que exporta el producto, las gaseosas a base en guaraná compiten con las colas y eso, junto con la gran demanda internacional, calculada en 60.000 toneladas anuales, ha generado un gran interés en aumentar la producción brasileña, que sólo llega a 5.000 toneladas.

   "Por la falta del producto algunas fábricas usan aromatizantes y extractos con sabor a guaraná. La demanda nunca llegó a ser atendida y por eso el precio alcanza el récord de 20 reales (unos 9 dólares) el kilo de semilla y hasta 60 reales (27 dólares) en polvo. Se trata de un cultivo de alta rentabilidad", afirma Atroch.

   El consumo de gaseosas con sabor a guanará en Brasil crece a un promedio anual del 3 % y llega a 3.000 millones de litros por año.

   "La cantidad mínima de extracto de guaraná por litro de gaseosa debería ser de 0,02 gramas, pero las estadísticas muestran que la actual producción no alcanza para eso", asegura Atroch.

   Otra de las ventajas de las nuevas variedades es que son de elevada productividad incluso en áreas degradadas de la Amazonía, lo que permite aprovechar terrenos hoy abandonados y reducir la desforestación.

   La Embrapa considera que la elevación de la productividad permitirá que el estado de Amazonas recupere su estatus como mayor productor brasileño de guaraná, puesto que le fue arrebatado por Bahía, en el litoral atlántico y en donde la planta fue introducida con técnicas comerciales y libre de plagas.

   Bahía produce actualmente 2.400 toneladas de guaraná al año, casi tres veces las 820 toneladas de Amazonas.

   Además de elevar la productividad del guaraná hasta 1,5 kilos por planta o unos 600 kilos por hectárea, cinco veces los actuales registros, las nuevas semillas permiten elevar la densidad del cultivo hasta 625 plantas por hectárea.

   "Eso garantiza una elevación de la productividad de hasta 600 %", afirma Atroch.

   Otra característica de las nuevas variedades es su resistencia a la antracnosis, una enfermedad causada por un hongo y que diezmó la producción de guaraná en la Amazonía, y a otras plagas.

   Si los agricultores adoptan exclusivamente las nuevas semillas, la producción en el estado de Amazonas puede crecer en un 600 %, pero la Embrapa calcula que ese aumento se limitará a un 40 %.

   Las razones de la estatal, es que los investigadores recomiendan diversificar genéticamente, es decir usar diferentes variedades para impedir que la enfermedad se haga resistente y fulmine todo el cultivo.

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