Bodegas Barbadillo reafirma su inequívoca apuesta por los vinos ecológicos con un significativo aumento y diversificación tanto de la superficie que tiene en cultivo –y que, sin duda, la convierten en líder del Marco de Jerez y de toda la provincia de Cádiz– como de las variedades de uva, no solo para la elaboración de blancos sino también -y es novedad- de tintos.
Después de tres campañas en las que la bodega sanluqueña se ha centrado al cien por cien en la uva Palomino para la elaboración de vinos ecológicos, en la vendimia 2022 se incorporan, ni más ni menos, que otras siete varietales, por lo que la campaña que ahora se inicia se vinificarán tres tipos de uvas blancas (Moscatel y Pedro Ximénez, además de la propia Palomino) y otras cinco tintas: Tintilla, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah y Petit Verdot.
Son en total 50 las hectáreas de viñedo que tiene Barbadillo en cultivo ecológico, que se reparten casi a la mitad entre viñedo propio y de propietarios externos vinculados a esta iniciativa. Las viñas de varietales blancas se encuentran en pagos históricos del Marco, caso de Balbaína, Macharnudo, Añina y Burujena, mientras que las tintas se dividen entre viñedos ubicados en las marismas y la sierra gaditana.
SÁBALO Y PATINEGRO
Con este paso, Barbadillo aspira a consolidar una línea de vinos ecológicos amplia, potente y atractiva, reforzando el camino que emprendió en 2020 con ‘Sábalo’ y al que se sumó al año siguiente ‘Patinegro’.
Con las nuevas variedades de uva blancas y tintas se pretende que esta misma campaña salgan al mercado más marcas que vengan a complementar precisamente a las dos mencionadas, que durante su corta andadura han recibido el reconocimiento y el favor tanto del público como de los profesionales, estando presentes en España y otros veinte mercados internacionales, en tiendas especializadas y restauración.
Los nuevos vinos de su línea ecológica mantendrán la idea con la que viene trabajando Barbadillo con ‘Sábalo’ y ‘Patinegro’, que no es otra que apoyar de manera activa la preservación del medio ambiente y la naturaleza de la costa de Cádiz, de forma que además de elaborar unos vinos exquisitos, estos aporten conocimiento (y concienciación) sobre la zona tan especial de la que provienen y la necesidad de preservarla. Con ‘Sábalo’ se quiso llamar la atención sobre este pez, antes muy numeroso en las cuencas del Guadalquivir y el Guadalete y que hoy casi ha desaparecido; mientras que con ‘Patinegro’, Barbadillo quiso centrar la atención sobre el chorlitejo patinegro, una pequeña ave costera que hoy en día está en peligro de extinción.
Como curiosidad, está previsto que el primer tinto ecológico de la bodega –que se lanzará, con toda seguridad, ya en 2023– tenga como particularidad una ligera crianza en ánforas, con la que se pretende buscar “un perfil muy atlántico, muy marinero”.
Hay que recordar que la bodega celebró el año pasado su bicentenario y que la apuesta por los vinos ecológicos y su eslogan ‘Cielo, Tierra y Mar’ está presente en el alma de una ‘bodega marinera’, como se define Barbadillo.