Se trata de la primera cepa de esta bacteria conseguida en el mundo, patentada por Biopolis y que fue seleccionada de entre las heces de un niño sano de menos de tres meses de edad y sometido a lactancia materna.
Tras experimentar "in vitro" con ella, los investigadores constataron que inhibe el crecimiento de varios patógenos que los celíacos presentan en exceso, y degrada parcialmente los péptidos responsables de la inflamación.
Para demostrar su idoneidad se desarrollaron dos ensayos clínicos que concluyeron en que reequilibra la flora intestinal del celíaco y se constató un incremento de talla en el caso de los niños, en los que al tener atrofiadas las vellosidades intestinales que absorben los nutrientes se enlentece el crecimiento.
El director del departamento de Biotecnología Agroalimentaria de Biópolis, Salvador Genovés, ha destacado a Efe que este probiótico "alivia los síntomas" y supone una importante protección para la salud de las personas que sufren la enfermedad celíaca al proteger su mucosa intestinal.
Genovés ha precisado que no es un tratamiento para erradicar la intolerancia al gluten de los celíacos y tampoco sustituye a la dieta libre de gluten ni permite llevar a cabo transgresiones voluntarias.
El director comercial de Biopolis, Daniel Redón, ha explicado a EFE que mantienen conversaciones con varias empresas farmacéuticas para desarrollar cápsulas con este probiótico para el consumo diario de los adultos afectados por esta dolencia.
La empresa Biopolis dispone además de una colección de medio centenar de cepas de bacterias con las que trabaja en el diseño de otros probióticos funcionales frente a la infección por rotavirus, las úlceras estomacales, el síndrome metabólico en personas obesas o la vaginosis bacteriana.
La mayoría de estas cepas han sido extraídas de heces de niños sanos menores de tres meses que se alimentan con lactancia materna, de la propia leche materna o de otros fluidos de la cavidad bucal o vaginal.
Genovés ha explicado que en la actualidad trabajan en una cepa de bacterias probióticas frente a la infección por rotavirus (causa más común de la diarrea severa en neonatos y niños pequeños) para su introducción en fórmulas de leche con cereales. En un periodo de tres o cuatro meses podría salir al mercado.
También trabajan en la cepa de helicobacter phylori, una bacteria patógena que puede encontrarse en el estómago y es la responsable de producir úlceras estomacales, según ha explicado el investigador, quien ha indicado que se ha encontrado un probiótico capaz de inhibir el crecimiento de esta cepa.
En ensayos con ratas se ha demostrado que en el grupo que era tratado con el probiótico no aparecían úlceras estomacales, mientras que si lo hacían en el grupo al que no le administraba, y este mismo año se hará el ensayo en humanos para poder comercializarla posteriormente.
Biopolis también investiga una cepa frente al síndrome metabólico de la obesidad, que no sólo permitirá reducir grasas sino que podría mejorar los parámetros bioquímicos en sangre para reducir el riesgo vascular y actuara nivel de señalización de saciedad.