EFE.- Pequeño productor en su finca tarraconense de hortalizas frescas, vino y huevos, todo ecológico y que al principio era para autoconsumo y con los que agasajaba a sus invitados y allegados, empezó a comercializar sus alimentos, a pequeña escala, en su tienda ecológica "Pan, vino y Chocolate", ubicada en Torredembarra (Tarragona) y que regenta su mujer, Celia.
Con venta también por Internet, en su web aparece una de sus premisas: "Come cosas que sepas qué son, de dónde vienen y qué contienen", porque consideraba importante "conocer con cariño la historia de algo que va a estar dentro de mi cuerpo".
Entró hace diez año en el mundo de la producción de la agricultura ecológica de la mano de su primo Jordi Bigues, quien ha hablado a Efeagro "del primer primo de los Bigas que ha decidido irse", con un enorme cariño, admiración y respeto.
Bigues, un "artivista" (movimiento que aúna arte y activismo), fue director de la revista "Integral" y hoy sigue muy implicado con la soberanía alimentaria, el movimiento "slow food" y la agricultura ecológica.
Iniciaron en 2003 su colaboración artística, cuando Bigues instaló un huerto en el patio central de la Fundación Mirón en un proceso que rodó Bigas Luna para un documental y que terminó con el cultivo de un pequeño huerto en la finca del cineasta.
"Al cabo de un año, Bigas Luna lo multiplicó por cien", ha destacado Jordi, porque "todo lo multiplicaba: el amor, el dinero, los proyectos, las conversaciones, los paseos…"
También "colaboramos en una exposición en la FNAC sobre las ‘Semillas: en defensa de la biodiversidad agrícola’" y en una exposición en la madrileña feria "ARCO", donde instalaron un huerto portátil de 65 metros cuadrados.
Según Bigues, el cineasta no era "un converso" de la producción y de los alimentos ecológicos, sino que fue "un proceso vital el que le ha llevado a la agricultura ecológica y a cultivar su propia huerta, a elaborar su propio pan, su vino y su aceite".
"Un proceso silencioso" que le ha llevado todos los años a la edición barcelonesa de BioCultura y a entrar en contacto con el presidente internacional del movimiento "Slow Food", Carlo Petrini…
"Era una persona que buscaba directamente la raíz de las cosas" y estuvo a punto de hacer un programa de radio sobre la agricultura ecológica, de la que tanto conocía y que le deparó también grandes amistades en el mundo de la ecología como Ángeles Parra o Pedro Burruezo, ha añadido.
El músico y director de la revista "The Ecologist", Pedro Burruezo, ha destacado a Efeagro que Bigas Luna era uno de los pocos artistas conocidos que "ha hecho una apuesta por la tierra" y "un camino de vuelta a la tierra", por la que profesaba un gran amor y respeto.
En sus "consejos" de su web asegura: "Toca, por lo menos una vez a la semana, la tierra, y piensa que todo lo que comes sale de ella. Y dale las gracias".
Consejo que ponía en práctica con los actores de sus películas, ya que como ha apuntado a Efeagro la directora de Vida Sana, Ángeles Parra, "los llevaba a su huerto ecológico" para que "sintieran la fuerza de la naturaleza" y les hacía descalzarse, ha recordado Burruezo, para que "sintieran la tierra".
Vida Sana organiza la feria BioCultura, cuya edición barcelonesa, que este mes de abril cumple 20 años, y de la que Bigas Luna no sólo "era asiduo", sino que también colaboraba con ella.
En 2012 la inauguró y en otras ediciones también participó con un showcooking -llamado "ecología por huevos"-, en las que cocineros elaboraban, en directo, platos con huevos de sus "gallinas felices", porque "siempre nos sorprendía y daba otra dimensión a las cosas".
Tanto Burruezo como Parra tenían una gran relación con Bigas Luna que trascendía el mundo de lo ecológico, ya que les unía "una amistad muy próxima" y estuvieron varias veces en su finca disfrutando de sus conversaciones, de su huerto y "de la dimensión artística que daba a todas las cosas".
Defendía los productos locales e insistía en que había que apostar por los pequeños productores y la alimentación biológica por "conseguir la bondad en los alimentos".