Mientras, la responsable de Proyectos de Transporte y Movilidad de ITENE, Patricia Bellver, explicó con un ejemplo la diferencia del grupaje tradicional y la sincronización inteligente, donde se puede llegar a aprovechar el 90% de la capacidad de carga de los vehículos. “Como ejemplo de colaboración horizontal destacado, figura el de las empresas Baxter y Kimberly Clark, en el que se han ejecutado 50 circuitos con éxito y con un buen nivel de servicio”, comentó, “lo que conlleva una reducción de costes del 10%”.

   Bellver explicó a continuación el caso piloto de colaboración llevado a cabo en el marco del proyecto CO3 entre las firmas JSP y HF-Czechforge, que actualmente sigue operativo (1 envío por semana), y donde los ahorros logrados son mayores “entre el 10-12% y con reducción de emisiones de CO2 de más del 30%, aumentando la frecuencia de envío y el nivel de servicio”, aseguró. La representante de ITENE invitó a los asistentes a explorar las oportunidades para las empresas a través de la base de datos de flujos de transporte que se está creando en CO3.

   Otro de los expertos que participó en la conferencia fue el investigador principal del Logistics Research Centre de la Universidad Heriot Watt, Andrew Palmer, quien habló de los resultados de la encuesta realizada a empresas interesadas en colaboración horizontal.

   “Un 76% de los participantes aseguró estar al corriente de ésta, colaborando su empresa de alguna manera”, dijo. Según Palmer, las empresas se interesan por ello principalmente por “una reducción de costes, para mejorar su nivel de servicio, y obtener reducción de emisiones de CO2”, explicó.

   Palmer también habló de que las principales barreras detectadas son “compartir información confidencial, la compatibilidad de productos o frecuencias y rutas, y una falta de actitud”, explicó. El investigador anunció que los próximos pasos del proyecto serán elaborar modelos de negocio para cada tipo de colaboración y desarrollar una guía que permita a las empresas autoevaluar su potencial para la Colaboración Horizontal.

   Por su parte Frans Crujissen, socio de Argusi BV y profesor de la Universidad de Wageningen, habló de que “en la actualidad el número de kilómetros recorridos en vacío se encuentra en torno al 20%, el factor de carga suele ser de un 55%, resultando aproximadamente un 45% de eficiencia, lo que supone unos costes del 160%”, dijo. Además, anunció que se están realizando otros dos casos piloto de colaboración en el transporte de última milla y plataformas multimodales en el marco de este proyecto.

   Finalmente, en la mesa redonda se resolvieron dudas que plantea la Colaboración Horizontal. Por ejemplo, Patricia Bellver (ITENE) habló de que tanto las grandes empresas como las Pymes pueden beneficiarse de ahorros con la colaboración horizontal.

Un ahorro del 40% entre empresas rivales por decidir colaborar

   Por su parte, otra de las barreras para colaborar son los conflictos entre empresas. La investigadora de MIT-ZLC, María Jesús Saenz, explicó un caso de dos empresas vecinas en Zaragoza cuyos conflictos hacían no estar dispuestas a colaborar, pero que “finalmente se les consiguió convencer, y dicha colaboración horizontal les supuso ahorrarse hasta un 49% de los costes”.

   Mientras la investigadora principal de Cranfield School of Management, Silvia Rossi, comentó que la Colaboración Horizontal más que una realidad “es una necesidad” y que “existen barreras, pero el proyecto CO3 puede convencer a las empresas, porque realmente es muy beneficioso”.

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