Con motivo de la celebración de su bicentenario en 2021, Bodegas Barbadillo ha dado a conocer los actos que llevará a cabo a lo largo de los próximos meses y ha presentado su nueva identidad corporativa en un acto celebrado hen la Casa de la Cilla (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz).

Al fondo del patio central de este edificio del s. XVIII se ha recuperado una antigua sala de botas para acoger un botellero con capacidad para 25.000 botellas, que ya alberga añadas muy especiales de Manzanilla Solear pasada en Rama y Castillo de San Diego -entre otros-, y que se completará con nuevas sacas y ediciones muy especiales de vinos de la bodega para crear un espacio de estudio de la conservación en botella de los vinos de la Tierra de Cádiz.

En palabras de Manuel Barbadillo, presidente de la bodega, “Barbadillo es una bodega familiar que ha marcado a ocho generaciones desde 1821. Un tiempo que se puede medir en su propia evolución, en la transformación de sus vinos y en su experiencia.

Por su parte, el director general, Víctor Vélez, ha anunciado alguno de los actos que se llevarán a cabo en 2021 con motivo del bicentenario, como un ciclo de catas donde reputados sumilleres vendrán a catar a cuatro manos.

“LA ARBOLEDILLA”, PROTAGONISTA DEL LOGO DEL BICENTENARIO

Quién mejor para reflejar 200 años de historia que la Catedral de “La Arboledilla”, bodega emblemática, con sus 100 pilares, 12 metros de altura y más de 33 metros de ancho que albergan historia, aromas, sabores, solera y emociones.

Esta bodega, en cuya imagen se basa el diseño del logo conmemorativo del bicentenario, es también un símbolo de uno de los compromisos del presente y del futuro de Barbadillo: la sostenibilidad. Y es que es un espléndido ejemplo de arquitectura bioclimática, disciplina que alcanza su máxima expresión con la construcción de grandes bodegas llamadas catedrales, resultado de la búsqueda de las condiciones climáticas ideales para la crianza de la manzanilla bajo velo de flor, y cuyos inicios se remontan al siglo XVIII.

Según ha explicado Esther Gutiérrez, directora de Marketing y Comunicación de Bodegas Barbadillo: “Esta nueva identidad corporativa gira en torno al paso del tiempo, cómo en cada uno de nuestros vinos se puede saborear el pasado, presente y futuro de la bodega. El paso del tiempo es el velo de unión de todo lo que hoy significa Barbadillo”.

Dentro de la conexión del pasado con el presente y el futuro que se hace partícipe en la campaña del bicentenario de Barbadillo también es protagonista el nuevo cuarto de muestras de tesoros pasados y presentes que Barbadillo ha construido en la Casa de la Cilla, sede de la bodega en Sanlúcar de Barrameda.

El nuevo espacio tendrá una capacidad de 25.000 botellas y zona de catas. Actualmente, ya cuenta con 8.000 botellas de entre las que destacan: una buena colección de  Manzanilla Solear en rama Saca Estacional iniciada en 1999, muestras de Castillo de San Diego y proyectos experimentales de blancos desde 1968, y los testigos del experimento de Manuel Barbadillo con blancos de parcela de los años 30.

Según el responsable de Descomunales Vinos Comunes (Alta Gama de Barbadillo), Armando Guerra, “llevamos unos años defendiendo que nuestros vinos pueden tener una gran evolución en botella, y desde Bodegas Barbadillo nos comprometemos con esta idea creando un botellero en el que se guardarán testigos de todas las elaboraciones”.

A partir de ahora, se irán sumando nuevas añadas, vinos singulares y sacas para crear un espacio de estudio en el que poder constatar que los blancos de Cádiz, la Manzanilla y el Jerez son grandes vinos, no solo en el momento del embotellado, sino también con años de cuidadosa guarda.

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