Sembrar remolacha es rentable y tiene futuro, y por eso Azucarera quiere «premiar la fidelidad» de los agricultores que han sembrado con la compañía en la presente campaña, y que lo hagan en las próximas dos, con un complemento de 5 €/t tipo por cada 100 €/t de azúcar que el precio medio europeo suba de 400 €/t de azúcar. Con esta propuesta, Azucarera propone el pago de 36 €/t tipo, que podría subir hasta los 41 €, en función del precio del azúcar.
Esto supone que el complemento vinculado a las siembras de la campaña 19/20, cuyo precio medio europeo se estima ya en un mínimo de 445 €/t de azúcar, será de 2,25 €/t tipo en lugar de los 1,80 €/t tipo que Azucarera ya está abonando como anticipo. Si el precio medio europeo finalmente fuese superior a los 445 €/t azúcar, el complemento que se pagará será incluso mayor.
La nueva oferta de la campaña 20/21 supone, por tanto, que para un rendimiento medio estimado de 100 toneladas tipo por hectárea, el ingreso del remolachero será de 36 €/t tipo (formado por el precio base más las ayudas asociadas al cultivo), al que se le sumará el complemento vinculado al Precio Medio Europeo del azúcar. Así, para un Precio Medio Europeo del azúcar de 500 €/t, el ingreso para contratos anuales será de 40 €/t tipo, pasando a ser 41 €/t tipo en el caso de contratos a dos años.
Modelo de Ingreso Mínimo Garantizado
Azucarera ofrece, también, contratos de cultivo de integración, a través de Agroteo, que garantizan la rentabilidad al remolachero, minimizando su riesgo agronómico y su inversión. De esta manera, se facilitan las tareas que el remolachero necesite, para que gane tiempo y comodidad.
Azucarera realiza una oferta personalizada garantizando un ingreso mínimo que se incrementa con el rendimiento, el complemento del mercado de azúcar íntegro y las ayudas destinadas a ese sector. Además, si el remolachero así lo decide, Azucarera le subcontrata las labores que quiera realizar, con lo que va recibiendo por adelantado parte de la cosecha.
Azucarera ofrece, además, servicios ‘a la carta’ de agronomía personalizados para cada agricultor y cada explotación a través de su equipo de técnicos. Se trata de una agronomía flexible que ofrece soluciones adaptadas a cada uno de los agricultores, cada parcela y cada momento del ciclo de cultivo.