EFE.- De esa cantidad, 155.000 toneladas pertenecen al área de influencia de la fábrica leonesa y el resto a las que no han podido molturar otras fábricas ya cerradas.
Las abundantes precipitaciones registradas en los últimos meses obligaron a interrumpir las entregas a finales de enero, cuando ya habían sido entregadas alrededor de 2.000.000 de toneladas.
Dado el encharcamiento de los campos, no ha sido posible hasta estos días que las cosechadoras entren en las parcelas, por lo que ayer se decidió en la Mesa de Seguimiento de La Bañeza, la fábrica que queda como «furgón de cola» en la campaña, recuperar a partir del lunes la actividad.
La evolución meteorológica no ha acompañado esta campaña remolachera, puesto que las lluvias retrasaron casi dos meses las fechas habituales de las siembras 2013, y tampoco ha sido posible recuperar kilos por hectárea en el último tramo del otoño antes de ser cosechada, porque las bajas temperaturas registradas han paralizado el ciclo de la remolacha que estaba en la tierra.
Al menos, según los datos disponibles a través de los laboratorios de la industria, el nivel de riqueza, sin ser de récord, sí está alcanzando buenas cotas.
En la mesa celebrada ayer, que reúne a representantes de la industria y de los productores, ASAJA y la Confederación Nacional de Cultivadores de Remolacha y Caña de Azúcar, entre ellos, también se acordó, exclusivamente para lo que queda de campaña, que las muestras de remolacha no se descoronen en el laboratorio de pago por riqueza, aplicando una tara fija por coronas del 4,5 por ciento sobre peso neto.
Por tanto, la remolacha debería ir sin descoronar, simplemente pelada, para que el agricultor no salga perjudicado con este sistema.
Asaja recuerda a los cultivadores que aún tienen pendiente remolacha por entregar que empiecen a recoger la raíz de inmediato y que lo hagan sin descoronar, pelando simplemente la remolacha, adaptando el sistema de arranque en la medida que les sea posible.