Tras el ERE presentado por Azucarera, al empresa afronta un proceso de reestructuración y centrando toda la producción de azúcar de remolacha en Toro (Zamora) y cesando la molturación en las fábricas de La Bañeza (León) y Miranda de Ebro (Burgos), quedándose ésta última operativa como refinería de azúcar en el norte de España, «con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo y recuperar su competitividad en el mercado». El cierre de la planta de Bañeza ya ha soliviantado a todos el sector remolachero, así como a la Diputación leonesa.
Azucarera intenta justificar esta postura asegurando que “la decisión de concentrar toda la molturación en un único centro es la única manera de garantizar nuestra sostenibilidad y el futuro de la empresa. La hemos tomado tras un profundo análisis de todos los escenarios posibles”, según señala el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero.
E insiste en que se trata de «una reestructuración justificada por la confluencia de múltiples variables estructurales: unos elevados costes resultantes de mantener 3 fábricas operativas; la volatilidad del precio del azúcar, intensificada por las importaciones procedentes de terceros países en condiciones de mayor ventaja; o la caída de las producciones de remolacha debido a la prohibición del uso de sustancias activas. Este proceso nos permitirá canalizar nuestro esfuerzo inversor en mejorar nuestra eficiencia y, en general, la operatividad de la fábrica, garantizando así la sostenibilidad de la compañía”.
Con estos cambios, la empresa producirá azúcar la mayor parte del año en el sur ya que la compañía dispondrá de tres centros de producción de azúcar situados en ubicaciones estratégicas: Jerez de la Frontera (Cádiz) y Miranda de Ebro, próximos a puertos comerciales, y Toro. Además, seguirá contando con dos centros de envasado, uno en el norte, en Benavente (Zamora) y otro en el sur, en Jerez de la Frontera.
ENFADO DEL SECTOR Y DE LAS ADMINISTRACIONES
Nada más conocerse el anuncio, el primero en reaccionar ha sido la UCCL, que se manifiesta totalmente en contra de la decisión anunciada por Azucarera de cerrar la planta de La Bañeza y dejar de molturar remolacha en Miranda de Ebro.
Para la organización, la apuesta decidida por el cultivo de la remolacha que en la Comunidad Autónoma de Castilla y León se ha venido manteniendo, tanto por parte del Ministerio como por parte de la Junta de Castilla y León, «no puede caer en saco roto. Las decisiones no pueden tomarse únicamente con criterios económicos, sobre todo si tenemos en cuenta la dudosa credibilidad de las cuentas presentadas por Azucarera. En el momento actual tiene levantadas actas y el año pasado fue sancionada por no presentar cuentas ajustadas a la realidad», señalan en un comunicado.
Asimismo, acusan a Azucarera de «dejar en la estacada a miles de remolacheros, que ya han sufrido otras decisiones tomadas unilateralmente por esta empresa como la bajada de precio a mitad de campaña. Azucarera usa a los remolacheros y se deshace de ellos después de haber recibido numerosas subvenciones», critican.
Por su parte, Asaja de Castilla y León califica de “pésima noticia” el anuncio por parte de Azucarera que ven «preocupante por la pérdida que significa para el sector agroganadero como por la pérdida laboral que implica, dos cuestiones fundamentales cuando lo que necesita el medio rural es empleo, riqueza y población».
Asaja señala “a unos únicos responsables: Azucarera y sus directivos, y las nefastas políticas tanto agronómicas como industriales que han llevado en los últimos años”. Pese a todo, la organización seguirá apostando por el cultivo de la remolacha y desde luego por las empresas que sigan pagando dignamente a los agricultores por su producción”, recalca su presidente regional Donaciano Dujo.
Asimismo, el presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, ha mostrado este martes su oposición al cierre de la azucarera de La Bañeza y ha expresado que es una decisión que «no se va aceptar de ningún modo», a la vez que ha realizado «un llamamiento a la sociedad leonesa para que se oponga de forma clara y contundente».