Los que trabajamos y queremos seguir viviendo de la ganadería extensiva o en torno a ella, estamos viviendo con desazón la evolución de los acuerdos que se están tomando en España.
Los que hemos trabajado por una mayor ayuda asociada a la producción, vemos como nuestros objetivos fundamentales de apoyo a quienes hacen de motor del sector están siendo relegados hacia lo fácil y poco útil del “todos café”.
El Ministerio, en una contradicción más en el apoyo al cooperativismo y la integración, dice que la ayuda asociada aprobada en Bruselas no permite pagar algo más a quienes producen productos certificados de calidad, IGP como el Ternasco de Aragón por ejemplo, ni a los ganaderos que contractualizan y se comprometen a la comercialización en común regulando el mercado y haciéndolo más transparente.
Parece que en consonancia con algún sindicato agrario no quieren diferencias, ni siquiera para los escasos jóvenes en sector menores de 40 años. Estos en Francia cobrarán un mínimo de 28 euros cabeza, además de 2.000 euros para 37 has.
El resto cobrarán 19 euros si producen un mínimo de 0,4 corderos, pero podrán añadir pagos asociados llegando a 28 euros. Concretamente a cobrar 6 euros/oveja quienes hagan calidad con 0,8 corderos vendidos por cabeza y 3 euros más quienes contractualicen con las operadoras comerciales, mayormente cooperativas.
También habrá ayudas de 100 euros/ha a superficies proteaginosas para el ganado, utilizando una posibilidad que genera la PAC aprobada en Bruselas y España desecha.
¿Por qué en Francia es posible con las mismas normas y fondos de la Unión Europea y aquí se ha dicho que no es posible?
Los ganaderos que más tiran del carro en mejoras se desmoralizan con la falta de voluntad política en connivencia con ciertas organizaciones agrarias poco cooperativas. En cambio en Francia son los sindicatos agrarios quienes han luchado por lo conseguido para el ovino.
Sin ayudas al ganadero para cubrir cuotas, al menos de estructuras necesarias, que directa o indirectamente benefician a todo el sector, puede irse abajo gran parte de lo avanzado en 25 años.
¿Escuchan los responsables del Ministerio? ¿Son conscientes del riesgo que genera el poco beneficio del café para todos?