Desde que consiguió el premio, las ventas de este rosado se han incrementado en torno a un 20%, tal y como indica el enólogo de la bodega, Javier Nieto, quien asegura que “conocer directamente la opinión del consumidor es importante y este concurso nos da esa opinión”.
Los 1000 catadores que conformaban el jurado se dejaron embaucar por un vino sabroso y de alto potencial aromático, un vino limpio y brillante que sorprende por su estructura, carnosidad e intensidad en boca. Así se recoge en su ficha de cata, donde también se resaltan los destellos rojos y violáceos de su color o el aroma a frutos rojos como la frambuesa, las fresas silvestres y las frutas maduras. En definitiva, un vino potente con determinados matices exóticos aportados por la variedad Cabernet Sauvignon.
En opinión de Javier Nieto, “que la uva entre en la bodega en las mejores condiciones sanitarias y de madurez hará que podamos conseguir un nivel alto en los vinos”, de ahí que se realice un control exhaustivo en toda la cadena de elaboración, desde la uva hasta la botella. Una filosofía que está dando muy buenos resultados ya que son muchos los premios conseguidos por los vinos de esta bodega y la alta puntuación otorgada por publicaciones prestigiosas en materia de vino, como la Guía Peñín 2014.
“Los vinos hay que darlos a conocer, y asistir a ferias o participar en concursos ayuda a la promoción y las ventas”, afirma Nieto, quien recuerda que esta cooperativa surgió de la unión de 28 viticultores que elaboraban vino en sus tradicionales cuevas y decidieron aunarse para comercializarlos y elaborarlos de forma conjunta, apostando por la alta calidad y la innovación.
Vinícola de Tomelloso, que cuenta con una producción media anual de 18 millones de kilos y dispone de un parque de 1.500 barricas de roble de 225 litros, elabora vinos jóvenes, dulces, gasificados, crianzas, reservas y gran reservas. Para ello, recoge uva de los socios de la cooperativa en un radio de 80 kilómetros y de 14 variedades diferentes. El 80% de su producción se exporta.