La COAG de Castilla y León ha augurado este lunes una buena cosecha de trigo y colza en la comunidad autónoma, menor en la cebada y veza y en todos los casos con unos rendimientos inferiores a los de 2020.

El otoño llegó generoso en precipitaciones que permitieron una muy buena nascencia e implantación de los cultivos herbáceos en Castilla y León, salvo en zonas concretas donde la humedad fue excesiva, pero ahora algunos cultivos se precisa de las lluvias de mayo.

La organización agraria y ganadera ha desglosado sus expectativas para la campaña de 2021 y para la cebada, en principio, se augura una cosecha regional que no sea superior a la de un año

Sin embargo, el estado del trigo es considerablemente mejor y si acompañan las circunstancias meteorológicas puede conseguirse una buena cosecha, aunque ni de lejos comparable a la de 2020, con rendimientos inferiores.

En sintonía con el trigo se encuentra la colza, tiñendo ya buena parte del campo de amarillo, que comenzó con óptima implantación y se encuentra en muy buen estado de desarrollo.

LA SIEMBRA DE PATATA NO LLEGARÁ A ALCANZAR EL NÚMERO DE HECTÁREAS DEL AÑO PASADO Y HAY PREOCUPACIÓN ENTRE LOS REMOLACHEROS

No será buen año para los guisantes, y muy especialmente para la veza, puesto que en buena parte de las parcelas su porte y desarrollo es muy deficiente, y ya ha comenzado la floración, por lo que algunos agricultores que están temiendo no poder recolectarla.

La alfalfa de secano presenta situación muy desigual según comarcas, ya se han llevado a cabo siegas prematuras durante la semana pasada por temor al daño de las heladas y, en todo caso, si no se producen ya lluvias con una cierta intensidad y periodicidad, las expectativas de llegar a una cosecha entre normal y buena, se irán al traste.

En cuanto al girasol y el maíz, se encuentran aún en temporada de siembra en la zona sur y centro de la comunidad autónoma.

La siembra de patata, que parece que no llegará a alcanzar el número de hectáreas del año pasado, se encuentra paralizada por las últimas lluvias, si bien, en su mayoría ya están efectuadas y quedan por producirse principalmente las de la zona más al norte de Castilla y León.

Ante la falta de confianza de los remolacheros y los titubeos de la empresa británica, muchos agricultores han empezado a temer que Azucarera tendrá dificultades para mantener esta campaña un mismo nivel de contratación que la pasada.