EFE.- En un comunicado, la organización agraria ha señalado que la producción de cereal en Andalucía experimentará una caída del 15 %, aunque los mayores descensos lo sufrirán las zonas más tardías del norte y centro de España, donde el calor y la falta de lluvias han diezmado las cosechas.
Andalucía, con una producción estimada de 600.000 toneladas de trigo duro, mantiene su posición hegemónica en la producción de este cereal básico para la elaboración de pastas, y de hecho en esta comunidad se recolectará el 85 % de toda la producción nacional de este cereal.
La cosecha nacional de cereales sufrirá un descenso de un 30 % con respecto a la de la campaña pasada, y se quedará en torno a los 13.775.000 toneladas, casi 6.000.000 toneladas menos de las que se recolectaron en 2013.
Los servicios técnicos de ASAJA-Sevilla estiman que la media de producción se situará de 3.300 kilos por hectárea en el caso del trigo blando y de 3.200 kilos por hectárea en el trigo duro, un cultivo éste que, por sus elevados costes, ha visto como se reduce paulatinamente su superficie de siembra.
La producción nacional de trigo duro, que el año pasado superó las 900.000 toneladas, se situará en 700.000 toneladas, de las que el 85 % se recolectarán en Andalucía, una comunidad en la que se esperan recolectar 600.000 toneladas.
En el caso de los trigos blandos la producción en Andalucía se situará entre las 550.000 y las 575.000 toneladas, mientras que la producción nacional se sitúa en torno a los 5.000.000 de toneladas.
Pese a que Andalucía obtendrá mejores resultados que el resto de España, tendrá una cosecha inferior a la media de las últimas cinco campañas y no se resarcirá de la «pésima» cosecha anterior, en la que los rendimientos se redujeron en más de un 50 % como consecuencia del daño que provocó en el cultivo una primavera excesivamente lluviosa, según Asaja.