Según los cálculos de ASAJA, para que una explotación comience a dar beneficio el precio tiene que estar entre 400 y 450 euros por tonelada.

     Torrero ha augurado que la campaña va a ser "inferior a la del año pasado", que ha achacado también a que "es una campaña complicada porque estuvo muy condicionada a la siembra de los meses de mayo y junio, en unos casos por exceso de lluvia y en otros por sequía".

     En este sentido, ha explicado que hubo mucha superficie sembrada que "no llegó a germinar en condiciones o lo hizo más tarde, con las precipitaciones de junio o julio", lo que puede provocar que a la hora de cosechar, dentro de la misma explotación, haya zonas que estén listas para ser cosechadas y otras que no.

     Torrero también ha advertido de la fuerte diferencia que existe en esta campaña entre los precios del girasol normal y del alto oleico, que podría superar el 35%.

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