Seguidamente comenzaron las ponencias técnicas. Juan Antonio Jaén, Jefe de Servicio de Sanidad Animal de la Junta de Andalucía comenzó hablando de los programas sanitarios en vigor aplicables al vacuno de carne. Su exposición versó sobre los distintos sistemas de control según destino (nacional e internacional, según países) y producto comercializado (cría o cebo).
Destacó la importancia de destinos emergentes como Líbano, Argelia y Marruecos, y la apuesta de la Consejería por incluir el control de IBR dentro del programa sanitario obligatorio existente para vacuno de carne. En este sentido, volvió a remarcar el compromiso del director General de disponer de un programa sanitario específico por especies ganaderas.
Señaló que se seguirá trabajando en programas específicos y voluntarios para que sean puestos en marcha por el propio sector, además de los programas nacionales de erradicación de determinadas enfermedades, ya existentes. Destacó la labor realizada por las ADSG y la apuesta que se realiza por ellas desde la propia Consejería, a pesar de los problemas presupuestarios existentes.
Manuel Jiménez, jefe del departamento de calidad y desarrollo agrícola y ganadero de la Delegación Provincial, habló de la sanidad pública y bienestar animal dentro de la condicionalidad, así como de los controles y resultados de los mismos. Jiménez remarco los tres ámbitos claves de la condicionalidad: medioambiental, salud pública, zoosanidad y fitosanidad, así como del bienestar animal.
Respecto a la trazabilidad, objetivo final de muchas de las medidas puestas en marcha, destacó la importancia de la llevanza de los libros de tratamientos veterinarios y de tratamientos fitosanitarios. Remarcó la necesidad que tiene el sector de realizar un buen manejo de la explotación ganadera, ya que esto redunda tanto en el cumplimiento de las cuestiones vinculadas con la condicionalidad, como en una mejora en la rentabilidad de las mismas.
Manolo Vázquez, presidente de Asaja Cádiz, centró su intervención en la situación del vacuno extensivo, especialmente teniendo en cuenta los cambios que se van a producir con la reforma inminente de la PAC. Gran parte de su intervención estuvo centrada en los resultados que se prevén desde la organización por el impacto de los coeficientes de admisibilidad de pastos elaborados por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, y de lo que supondrá la posibilidad de autobaremación de ese coeficiente establecido por la Resolución de 23 de enero de 2013.
Respecto a la PAC, una vez conocido el importe que previsiblemente llegará a España, señaló que lo más importante será la negociación entre las diferentes regiones españolas y entre los sistemas productivos. Remarcó, nuevamente, el desconocimiento existente en Bruselas sobre la ganadería extensiva, señalando que sí no se consigue explicar adecuadamente, puede suponer un grave perjuicio para el sector.
La última ponente fue Esperanza Orellana, subdirectora general de Productos Ganaderos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, cuya exposición estuvo dedicada a la situación de la PAC más allá de 2014. Su intervención comenzó con la frase “Nada está acordado hasta que todo está acordado”, con la que quiso remarcar que todavía se está en proceso de negociación de la PAC y que por tanto, no hay definitivo, al respecto.
Destacó el importante papel que juega el Parlamento Europeo en esta reforma, que será la primera que tenga que contar con su aprobación. Sobre el marco financiero acordado por los presidentes de los gobiernos de la UE, señaló que a falta de esa aprobación del Parlamento Europeo, para España es ligeramente inferior que en el periodo anterior, siendo las cuantías de 35.000 millones de euros para pagos directos y 8.300 millones de euros para desarrollo rural.
Señaló la posibilidad que se establecerá de transferencia de fondos entre los diferentes pilares de la PAC, 1º (pagos directos) y 2º (desarrollo rural), así como la aplicación del CAPPING, es decir, un pago limitado por explotación. Orellana también expuso los diferentes componentes de las ayudas que recibirán los agricultores y ganaderos, es decir, el pago base, el greening (máximo un 30%), el pago por ser joven agricultor, así como los pagos adicionales que podrán establecer los estados miembros vinculados al acoplamiento de determinadas producciones, a los vinculados con las zonas con condiciones específicas, montaña, etc., así como la novedad introducida por el Comisario relativa a los pagos vinculados con la figura del pequeño agricultor.
Respecto al pago base señaló que deberá de converger durante el periodo de aplicación de la reforma en el seno de la UE, pero que no obstante será determinado por cada uno de los estados miembros, sin que en su cálculo se puedan utilizar parámetros vinculados con los aspectos productivos. Señaló que en España habrá trasvases entre territorios, especies y orientaciones productivas, y que esto conllevará que unos pierdan y otros ganen.
También avisó sobre el efecto dilución de la ayuda que se puede producir si la diferencia entre las superficies elegibles teóricas y las vinculadas con los pagos únicos es demasiado grande. Señaló la importancia de establecer determinados sectores sensibles, que pudieran disponer de ayudas acopladas, y auguró un importante debate dentro de España, entre comunidades autónomas, en la distribución de los fondos.
La jornada técnica finalizó con una mesa redonda donde participaron todos los ponentes asistentes, con la excepción de los representantes de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que por motivos de agenda, anunciados previamente, tuvieron que marcharse. Reforma de la PAC, condicionalidad y coeficiente de admisibilidad de pastos fueron los temas de las preguntas realizadas a la mesa por parte de los ganaderos asistentes a esta jornada técnica