19/10/2011.- La organización agraria ASAJA de León lamenta la oleada de incendios forestales que está teniendo la provincia por sus consecuencias medioambientales, socioeconómicas y sobre todo porque con frecuencia, como ocurrió ayer, tiene coste irreparable en vidas humanas. ASAJA denuncia que uno de los sectores más perjudicados por los incendios forestales es sin duda la ganadería extensiva que aprovecha los pastos de montaña, ya que la Ley de Montes en vigor prohíbe expresamente el aprovechamiento de los pastos en los terrenos quemados durante los cinco años siguientes. Esta limitación está obligando a muchos ganaderos, en particular en el Bierzo, buscar nuevos pastos fuera de la localidad de origen, lo que ocasiona costes y trastornos muy importantes en las explotaciones, dándose incluso la circunstancia de que el fuego se puede haber iniciado en otro municipio o localidad limítrofe.
ASAJA insiste una vez más en que no hay razones económicas que puedan impulsar a los ganaderos a quemar el monte, que la normativa que regula las ayudas agrarias condiciona éstas a que se realicen prácticas respetuosas con el medio ambiente prohibiendo expresamente las quemas, y además el agricultor y ganadero, como el resto de ciudadanos, está suficientemente sensibilizado, afortunadamente, con la problemática de los incendios forestales.
A quienes siguen apuntando al sector agroganadero como principal causante de los incendios forestales, ASAJA le recuerda que hay otros sectores económicos más importantes que se pueden ver beneficiados por la existencia de los incendios. En las comarcas más castigadas por los incendios, la importancia económica y sociolaboral relacionada con el monte – desbroces, aprovechamiento de madera, reforestación, extinción de incendios, …- es con creces muy superior a la que en esas mismas comarcas tiene la ganadería extensiva. Muchas de estas actividades económicas no existirían si no hubiera incendios forestales.
No obstante todo lo anterior, ASAJA hace un llamamiento a los agricultores y ganaderos para que extremen las precauciones en las labores agroganaderas, especialmente mientras dure la situación de extrema sequía, para evitar que de forma accidental se pueda ocasionar un incendio y que sigan colaborando con las autoridades para prevenir y minimizar los efectos de los mismos.