Sin embargo, las singularidades y las especificidades del sector agrario andaluz, por su diversidad "no encuentra fácil ajuste en el nuevo modelo de PAC que en estos momentos está en su penúltima fase de debate en el Parlamento Europeo". Por lo que, tal como Asaja expresó en sus enmiendas y como el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra, trasladó en su visita a Bruselas el pasado mes de septiembre a los responsables españoles en la Comisión de Agricultura del Parlamento y al propio Jefe de Gabinete del Comisario Ciolos, “la nueva PAC debe atender la singularidad y la diversidad productiva de regiones como Andalucía, de manera que ningún cultivo se quede sin los apoyos necesarios”.

    Como punto de partida ineludible, Asaja-Sevilla considera que el factor presupuestario ha de ser considerado el requisito previo a cualquier reforma, por lo que Asaja-Sevilla espera que" tras el rechazo que cosechó la propuesta de reducción presupuestaria de la PAC presentada el pasado mes de noviembre por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, los jefes de Estado y de Gobierno aprueben en la Cumbre del próximo mes de febrero un presupuesto que al menos mantenga las actuales partidas de la PAC y permita que esta políticapueda dar satisfacción a los compromisos que ha de afrontar la agricultura europea en la Estrategia 2020”.

   Asimismo, Asaja-Sevilla demanda también que en las enmiendas que aprobará la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo se busque la máxima flexibilización del “greening” o “pago verde” que no puede ser una carga adicional para los agricultores y advierte que la nueva regulación corre el riesgo de deslegitimar los pagos de la PAC si la Comisión obliga a adjudicar derechos de pago base a hectáreas improductivas y sin dedicación agroganadera.

   En sus enmiendas, Asaja ha mostrado el rechazo más absoluto a la denominada “tasa plana”, modelo que "sencillamente supone que todos los agricultores y ganaderos perciban el mismo importe por hectárea en concepto de pagos directos de la PAC con independencia del cultivo que produzcan, de la mano de obra que generen, de sus costes de producción o del lugar donde produzcan, o incluso aunque no produzcan. Nuestra diversidad productiva precisa que cualquier cambio que se pretenda realizar en el régimen de pagos sea tomado con criterios objetivos, razonables y teniendo en cuenta la realidad española, con distintos tipos de explotaciones, producciones y sistemas productivos, así como una gran variedad de ecosistemas que son necesarios preservar en aras del mantenimiento del territorio y del empleo en el medio rural".

    En Asaja preocupa especialmente la falta de herramientas e instrumentos que permitan acortar al máximo el diferencial de precios entre lo que cobra el agricultor y ganadero por el fruto de su trabajo y el precio de venta de ese producto. La nueva PAC "debe reforzar los mecanismos de gestión de mercado, ya que las últimas crisis alimentarias han puesto sobradamente de manifiesto que las materias primas agroalimentarias no pueden quedar expuestas a la volatilidad de precios motivadas por factores que escapan a la propia dinámica de la actividad agraria, y ha instado a que la nueva PAC promueva activamente el equilibrio de fuerzas que llevan a la formación del precio de los productos alimentarios, adaptando la política de competencia a la realidad de la actividad agrícola para lograr un reparto del valor añadido de la producción entre los distintos integrantes de la cadena alimentaria, desde el productor hasta el consumidor y el ama de casa".

   Por último, desde Asaja-Sevilla "queremos mostrar nuestra satisfacción por la decisión del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, de aplazar la entrada en vigor de la nueva PAC hasta 2015, respondiendo así a las demandas de los agricultores.

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