ASAJA considera que la caza en estos territorios es una actividad tradicional que, "desarrollada de forma sostenible bajo un buen plan cinegético, no pone en peligro los valores de los parques nacionales, y por el contrario permite regular los ecosistemas para mantenerlos en un equilibrio que permita su protección, a la vez que evitar los daños en la ganadería y así hacer compatible la protección del espacio con las actividades económicas tradicionales y la supervivencia de los pueblos donde se asientan", según señala en una nota..
ASAJA quiere también destacar que la declaración de una figura de protección, como es un parque nacional, supone una serie de trabas desde el punto de vista económico para los habitantes, y que no se deben limitar actividades que contribuyan al desarrollo económico y turístico, entre las que se encuentran la caza y la pesca.
"Muchos terrenos públicos y privados, en la zona de influencia de los parques, no reportan otro beneficio salvo el derivado del aprovechamiento ganadero y el cinegético, por lo que privarlos de ellos los convierte en una carga para los dueños y les destina a un abandono que irá en perjuicio de la calidad del entorno", destaca la organización.
Por último, ASAJA hace un llamamiento a los partidos políticos, y en concreto al Partido Popular, para que en sus decisiones medioambientales, a la hora de legislar, tengan también en cuenta la voz de los agricultores y ganaderos, "pues además de desarrollar su actividad en el campo y en el monte, son los que cada día mantienen la vida en los pueblos, y gracias a su actividad y permanencia en el medio rural han permitido que nuestro patrimonio natural pueda ser disfrutado por todos".