Ambos dirigentes agrarios han expresado su extrañeza por que España no tenga aún "una postura definida" ante la inminente celebración, el próximo día 26, del Comité de Gestión que debatirá sobre la reforma de este dicho reglamento, que defienden países como Francia y Portugal y algunas zonas españolas como Jerez, mientras que Italia se opone.

    En este punto, el presidente regional de Asaja ha opinado que el sector del brandy y del jerez español "no deberían permitir, por una cuestión de elaboración más barata, un descenso en la calidad de sus productos, dada la repercusión negativa a nivel de su reconocimiento mundial".

    Por su parte, Fresneda ha resaltado que la reforma del reglamento europeo sobre el etiquetado de bebidas espirituosas cuenta también con la oposición de la práctica totalidad del sector fabricante de alcoholes en España, donde esta medida tendría un impacto sobre los 4 a 6 millones de hectólitros que se dedican a destilación.

    Aunque no han hecho ninguna cuantificación económica, Fresneda ha resaltado que las consecuencias de poder elaborar bebidas espirituosas a partir de subproductos como melazas, en lugar de vino, supone "un desastre" para muchos agricultores de la región, al afectar a una producción de 4,5 millones de hectólitros.

    Ésta es la cantidad que se destina a destilación en una cosecha normal media de Castilla-La Mancha de 21,5 millones de hectólitros, ha precisado Fresneda, quien ha concretado que la reforma del Reglamento 110/2008 afectaría a unas 100.000 hectáreas de viñedo de la región.

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