Esta actuación, ejecutada por la sociedad estatal Acuamed, permitirá eliminar los  más de 800.000 m3  de lodos contaminados que se acumulan desde hace más de un siglo, como consecuencia de la actividad industrial, en el lecho del río Ebro.

    Los trabajos mejorarán la calidad del agua que abastece a más de un millón de personas, que riega 50.000 hectáreas de terreno, y que resulta imprescindible para mantener el equilibrio de la flora y de la fauna del Parque Natural del Delta del Ebro.

    Esta actuación, que tendrá un plazo de ejecución  de dos años y ocho meses, será financiada en un 70% por la Unión Europea a través del Fondo de Cohesión, por lo que tendrá que estar finalizada antes de diciembre de 2015 para no perder esta subvención.

     Federico Ramos ha señalado que “se trata de la mayor inversión acometida en España en una obra de descontaminación, en la que se va a emplear una técnica pionera para acabar con los diferentes tipos de contaminantes detectados y para garantizar la seguridad de las personas”.

    Se han hallado distintos tipos de elementos contaminantes, entre los que se encuentran además del mercurio, PCB, DDT, hexaclorobenos y radionucleídos de origen natural que han convertido a esta actuación en una obra de referencia internacional, ya que va a ser la primera vez que se tienen que tratar, de forma conjunta y simultánea, varios contaminantes de naturaleza diversa.

    Los lodos contaminados, una vez extraídos, serán clasificados para someterlos al proceso de descontaminación más adecuado a su tecnología. Posteriormente, los residuos, ya clasificados, deshidratados y tratados, serán trasladados, con todos los permisos y garantías, al vertedero que se ha habilitado en una zona cercana.

Plan de Emergencia


    Ramos ha señalado que “durante el dragado de los lodos se va a adoptar un triple sistema de seguridad que cubra todas las posibles contingencias que puedan ocurrir durante el desarrollo de los trabajos”.

    En primer lugar, se contará con las medidas de seguridad contempladas en el propio proyecto, que incluyen, entre otros, un sistema ecológico de dragado que incorpora un sistema antiturbidez, un muro de tablestacas doble que aísla la zona a descontaminar del resto del río, así como una red de sensores para controlar, en tiempo real, la calidad de las aguas del Ebro en las inmediaciones.

    En segundo lugar, la Confederación Hidrográfica del Ebro y la Agencia Catalana del Agua realizarán controles periódicos de la calidad del agua.

     Finalmente, el Plan de Emergencia, aprobado por Protección Civil en 2008 y actualizado este año 2013, garantizará, en el caso improbable de contaminación, la normalidad del suministro de agua a las poblaciones afectadas.

     Así, este Plan de Emergencia contempla la posibilidad, entre otras medidas y en caso poco probable de contaminación grave, de suspender el suministro normal de agua a un total de seis municipios cercanos al río Ebro, que serían, en esa circunstancia, abastecidos mediante cisternas. Se trata de las localidades de Vinebre, Tivenys, Mora d´Ebre, Pinell de Brai, Ascó y García.

    Este corte de agua en ningún caso se prolongaría más allá de unas horas, ya que ante cualquier indicio de alerta está contemplada la inmediata suspensión de los trabajos de descontaminación hasta que no se resuelva la incidencia.

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