Tras un encuentro con los estudiantes del máster en estudios europeos del Real Instituto de Estudios Europeos, Cañete ha reconocido que la decisión de Bruselas se debe a "determinadas presiones de algunos grupos de algunos países, que no son productores precisamente".

    "Los consumidores de esos países también merecen la protección de sus gobiernos", ha subrayado el ministro, quien ha anunciado que hablará con sus homólogos franceses, italianos y portugueses para "trabajar conjuntamente en el apoyo a la iniciativa".

    Además, ha asegurado que analizará las posibilidades de impulsar una iniciativa de este tipo a nivel estatal, aunque -ha insistido- "hay que tomarla a nivel comunitario, porque beneficia a todos los consumidores".

    La prohibición de las aceiteras rellenables en restaurantes anunciada inicialmente por la Comisión Europea y que ahora se replantea había sido criticada con dureza en varios países, especialmente en el Reino Unido y en socios del norte de Europa.

    Para Arias Cañete, obligar a presentar aceites embotellados y con sellos de calidad es "positivo en la búsqueda de más valor añadido al sector del aceite embotellado".

Rechazo de los eurodiputados socialistas a la CE


   
La delegación del PSOE en el Parlamento Europeo mostró su rechazo a la decisión de la Comisión Europea (CE) de retirar la prohibición de utilizar aceiteras rellenables en bares y restaurantes tras las críticas que recibió el plan en algunos países.

    "Esta misma semana solicitamos al presidente de la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (PE) que se incluya el punto en el orden del día de la semana próxima", dijo en un comunicado la eurodiputada del grupo socialista Iratxe García.

    El Ejecutivo europeo había defendido la semana pasada prohibir el empleo de aceiteras reutilizables en establecimientos europeos a partir del próximo 1 de enero, con el fin de imposibilitar cualquier tipo de fraude al consumidor con mezclas de aceites de distinta calidad y procedencia.

    Sin embargo, las críticas que la medida recibió en varios países hicieron dar marcha atrás a Bruselas, que el jueves anunció la retirada de la propuesta.

     "No es posible que el Ejecutivo comunitario se deje influir de esta manera por los países no productores", valoró García, en referencia a los duros ataques recogidos por la prensa de varios países, especialmente en el Reino Unido y en socios del norte de Europa.

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