EFE.- En la lista de haber, la reforma de la Política Agraria Común (PAC) ha sido prioritaria en su agenda y ha dado lugar a una legislatura pródiga en reuniones con todos los agentes de los sectores agrario y medioambiental implicados, así como con las Comunidades Autónomas, con las que logró acordar su implementación para 2015-2020, con una dotación para España de 47.000 millones.

En el ámbito pesquero no han sido años fáciles, y a la defensa del sector español en la reforma de la Política Pesquera Común (PPC), se ha sumado la negociación del reparto de las ayudas del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, y el acuerdo con Marruecos, vital para 100 barcos y casi 700 pescadores españoles.

Arias Cañete deja una extensa lista de normas aprobadas y que incluye las leyes de fomento de la integración de las cooperativas agroalimentarias y de mejora de cadena de valor alimentaria, con las que se busca la mejora de la rentabilidad de los agricultores y ganaderos, una de las principales preocupaciones del sector.

La norma del ibérico, los contratos lácteos, el convenio sobre el aceite de oliva, la prohibición de las aceiteras rellenables o el proyecto de ley de representatividad de las organizaciones agrarias, que ya ha pasado por el Congreso y llegará ahora al Senado, son otras de las reformas impulsadas por el ministro en respuesta a históricas demandas de los productores.

Junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro respaldó el marco estratégico de la industria alimentaria que, bajo el lema «Alimentamos el Futuro», le llevará a crecer en ventas al ritmo del 4 % y a crear 60.000 puestos de trabajo en seis años, lo que dejará su cifra de negocio en los 115.000 millones en 2020.

Intenso en el debate parlamentario -con comparecencias en las comisiones del ramo y más de 80 respuestas orales-, Arias Cañete ha impulsado con denuedo leyes como la de Costas o la de Parques Nacionales y planes como el de la internacionalización del sector agroalimentario o el Nacional de Calidad de Aire.

Defensor en sus intervenciones del diálogo, la transparencia y el trabajo duro de su equipo, deja tras de sí incontables viajes, reuniones, encuentros y debates, ya fuera con los comisarios europeos como con los representantes de las organizaciones agrarias, la industria, la distribución, las ONG medioambientales y demás agentes del sector.

En sus últimas intervenciones parlamentarias apuntó una larga lista de deberes: la ley de Denominaciones de Origen, el desarrollo de la estrategia de apoyo a la agricultura ecológica, la reducción del desperdicio de alimentos y la mejora de la calidad, la exportación y la innovación… todo para lograr que España llegue a ser la sexta potencia exportadora agroalimentaria del mundo.

A su sucesor, o sucesora, le quedan entre manos cuestiones de urgente resolución como las tarifas eléctricas para el regadío o los problemas en el sector de la gestión de purines y del aceite de orujo, derivados de la anunciada reforma energética del Gobierno, además de la implementación de la consulta para determinar la representación de las organizaciones agrarias.

Mientras se produce el relevo al frente del Ministerio, Arias Cañete presenta hoy la licencia única de caza junto a cuatro presidentes autonómicos y su intensa agenda de actos.

Genio y figura de un político con el que el PP apuesta fuerte en Bruselas, sabedor de su conocimiento profundo del funcionamiento de las instituciones comunitarias.

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