EFE.- Arias Cañete ha respondido así al senador de CiU Manel Plana, quien le había interpelado sobre “la justificación del Ministerio de la reducción de los recursos presupuestarios para el sector agrario y políticas medioambientales a un tercio de lo que eran hace cinco años”.
“El Gobierno no sólo apoya (al sector) con recursos presupuestarios, sino con la negociación para obtener apoyos comunitarios”, y con “la mejor administración” del dinero, ha afirmado Arias Cañete en el pleno del Senado.
A juicio de Arias Cañete, la rentabilidad del campo se consigue mediante instrumentos que impulsa el Gobierno como la concentración de la oferta, la mejora de la cadena de valor, la internacionalización o el fomento de la innovación.
Subida para 2014
Según ha defendido, por primera vez en cinco años los presupuestos del Ministerio aumentan en un 3,4 %, lo que supone 321 millones de euros más; también han incrementado las partidas para políticas de desarrollo rural y agua, que contribuyen a hacer más competitivo al campo.
Ha detallado que, de los cinco presupuestos al que Plana ha hecho referencia, “dos no son responsabilidad del Gobierno actual” sino del anterior, y que de 2009 a 2011 las cifras cayeron en más de 2.000 millones.
En 2011, el presupuesto disminuyó por encima del 30 %, la mayor bajada de “la serie histórica”, ha insistido Arias Cañete,. También ha recordado que la política de gasto tiene que hacer frente “a la mayor crisis económica de la democracia” y que el Gobierno debe atajar el déficit público y “gestionar con menos recursos” para retomar el crecimiento y la generación de empleo.
De igual forma, ha apuntado que, con los gobiernos socialistas, entre 1996 y 2003, la renta cayó un 30 %; un 15 % menos si se cuentan los ocho años de Ejecutivo de ese partido, pese a contar con “recursos muy importantes” en esa época.
Sin embargo, pese a las escasas disponibilidades en 2012, la renta agraria “ha vuelto a crecer” y los sectores han sido “muy dinámicos” en la exportación.
Por su parte, Plana ha afirmado que el sector agroalimentario “sirve” al Gobierno para lograr una balance positivo de la balanza comercial y para contener la inflación, pero esas aportaciones no van acompañadas de una política presupuestaria adecuada.