Arias Cañete expuso ante el comisario europeo las características especiales del sistema agroganadero español, los problemas de la diversidad de cultivos que tiene el país y las grandes diferencias que hay de costes de producción entre unos cultivos y otros.

    No obstante, el ministro español dejó claro que la convergencia interna, la manera en que se repartirán las ayudas de la nueva PAC entre 2014 y 2020, todavía es un problema para España, por lo que pidió a la CE rebajar el porcentaje del suelo mínimo (que la CE cifra en el 75 %) e introducir "elementos correctores que puedan limitar todavía más esa convergencia".

    España solicitó modulaciones en los flujos que pueda haber entre unos agricultores a otros y criterios "que impidan que los agricultores puedan tener disminuciones de ayudas comunitarias que pongan en riesgo la viabilidad" de sus explotaciones, explicó.

    La reforma de la PAC, que está centrada en lograr unas prácticas agrícolas más sostenibles, afronta esta semana las últimas negociaciones a tres bandas entre el Consejo de la UE, el Parlamento Europeo (PE) y la CE.

    El lunes y martes próximos los ministros comunitarios del ramo celebrarán una reunión en Luxemburgo en la que tratarán de llegar a una posición que se acerque más a la del PE, para después acabar de cerrar con los eurodiputados el texto final, teniendo en cuenta que el Parlamento Europeo es colegislador junto al Consejo en esta materia.

Unas conversaciones "duras y complicadas"


    Los negociadores del PE aún no han informado de si acudirán a Luxemburgo la semana próxima para participar en el cierre definitivo del acuerdo, que según fuentes europeas podría tener lugar el miércoles. Arias Cañete destacó que las negociaciones están siendo "muy duras y complicadas".

     "Queremos mantener toda la viabilidad de todos los cultivos en todas las regiones y queremos unos sistemas de apoyo que eviten transferencias indeseables entre territorios o entre agricultores", insistió.

    Indicó que hay un "clima de diálogo" a pesar de que las posiciones en algunos temas "todavía están muy distantes", tanto en la discusión del marco financiero plurianual 2014-2020 como en el ámbito estrictamente agrícola.

     En cambio, confió en que a lo largo de la semana se sigan "buscando aproximaciones" de cara a lograr la próxima semana en Luxemburgo un acuerdo "que nos permita mantener todo el potencial productivo agronómico y ganadero español, que nuestros agricultores y ganaderos sigan percibiendo apoyos similares a los actuales".

    "La línea roja del Gobierno es que ningún sector entre en pérdidas por razón de la aplicación de esta reforma, sino que todos sigan manteniendo un nivel de ayudas que les permita que su cuenta de explotación siga siendo positiva", enfatizó.

    Para Arias Cañete, ésta es la reforma agrícola "de más envergadura, de más ambición de la UE, la más complicada de aplicar en el territorio", por lo que consideró que es más difícil llegar a un acuerdo con la Eurocámara, especialmente ahora que el PE tiene codecisión legislativa y "está haciendo gala de que utiliza sus poderes", concluyó.

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