El Pais.- El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, anunció ayer la descontaminación “inminente” del pantano de Flix (Ribera d’Ebre), cuyo fondo cobija entre 700.000 y 800.000 toneladas de residuos tóxicos y radioactivos vertidas durante los 116 años de actividad de la empresa química Ercros, antes llamada Electroquímica, factoría fundada por los alemanes en 1897. Cañete calificó la actuación de descontaminación de “única en el mundo” tanto por su envergadura como por la complejidad de los trabajos. “El Gobierno va a poner en marcha, de manera inminente, y en coordinación con todas las Administraciones implicadas, las actuaciones necesarias para para la eliminación de la contaminación química del embalse”, precisó ayer el ministro de Agricultura, al ser preguntado sobre el tema por el senador de Entesa Pel Progrés de Catalunya Joan Sabaté.
El Ministerio de Agricultura también anunció los detalles del plan de obra. Así, se prevé un plazo de dos años y ocho meses para realizar las labores de extracción de los lodos contaminados, con una inversión total de 165 millones, de los que 117 serán Fondos de Cohesión procedentes de la Unión Europea. “Supone la mayor inversión en una obra de descontaminación en España”, subrayó Cañete.
El Gobierno ha retrasado durante décadas la retirada de los lodos tóxicos del pantano de Flix, pero ayer el ministro aseguró que la actuación es “prioritaria” y se realizará a pesar de la restricción presupuestaria actual porque, a su juicio, supone la erradicación de más de un siglo de vertidos en el Ebro. En la decisión de empezar las obras pesa la amenaza de perder las subvenciones europeas, que van a financiar más del 70% del proyecto. El Gobierno debe dar cuenta de ellas en 2015, según informó Lluís Recorder ex consejero de Territorio y Sostenibilidad, en la pasada campaña de las autonómicas.
Los vertidos tóxicos han “deteriorado” la calidad del agua, señala la Administración central
Hoy el ministro se reunirá con el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y mañana el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, viajará hasta Flix para detallar el plan a los alcaldes afectados por las obras.
El Gobierno admite que los vertidos han ocasionado “un deterioro” en la calidad del agua de la zona. Este agua abastece a más de un millón de personas, es utilizada también para regar un espacio superior a 50.000 hectáreas de cultivos y es básico para la existencia del espacio protegido del delta del Ebro.
En Flix los orígenes de la industria contaminante se remontan al 1897. Por el momento, Ercros, inmersa en el despido del 75% de la plantilla del municipio, solo está obligada a hacerse cargo del 5% del coste de la limpieza del pantano.
Cañete detalló ayer que la obra consiste en eliminar las 800.000 toneladas de lodos contaminados por organoclorados, metales pesados y una “cierta cantidad” de elementos radiactivos. “La seguridad de la población está plenamente garantizada”, agregó el ministro de Agricultura.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Agencia Catalana del Agua (ACA) realizan controles periódicos de la calidad del agua del Ebro en Flix y aguas abajo. El 14 de febrero, Protección Civil también aprobó el Plan de Emergencia. “Es una medida para garantizar los abastecimientos de las poblaciones situadas aguas abajo de Flix, en caso de un hipotético episodio de contaminación en el río Ebro” durante su descontaminación, terció Cañete.