Sin embargo, este cambio de actitud, que según las palabras del propio Arias cañete se basarán en un espíritu "sensiblemente flexible" no va a impedir que la le que determina las elecciones agrarias se acabe aprobando en la misma línea que se ha presentado al Congreso.

    De hecho, los ‘populares’ se han opuesto a que el proyecto regrese al Pleno una vez aprobada por la Comisión de Agricultura, que gozará por tanto de capacidad legislativa plena y que será ahí donde los partidos deberán convencer al ministro que para que introduzca algunos cambios en el proyecto de ley.

    Aunque en ningún momento Miguel Arias Cañete ha dejado entrever por dónde podrían ir esos cambios, sí se asume que lo que intentará es evitar que, tras su aprobación definitiva, acabe en los tribunales, tal y como ya han anunciado que harán los representantes de COAG y UPA.

     Por eso, se baraja que podría aceptar algunas modificaciones técnicas que han reclamado todas las OPAs, incluidas las que inicialmente respalda este proyecto. Así se prevé que se pueda haber cambios en el número de mesas electorales, que se facilite los medios para que los agricultores pueda acercarse a votar y que, tal vez, se determine alguna cláusula para controlar el gasto de las organizaciones en estos comicios.

    Lo que sí se da por seguro es que no se modificarán los plazos previstos para su celebración, ya que se quiere tener cuanto antes en marcha el Consejo Agrario, que contará con diez representantes de las OPAs en función de los resultados de esta consulta, ni se cambiará la filosofía del votante, permitiendo que puedan participar todos aquellos que perciban ayudas de la PAC.

×