EFE.- "En estos momentos se están apagando cuatro incendios localizados en el Parque Nacional de Mesher, que afectan a una superficie total de 18,42 hectáreas", señaló una fuente ministerial, citada por la agencia rusa Interfax.

El domingo, por otra parte, Meshera ya sufrió un incendio que se expandió sobre una superficie de 10 hectáreas, y que pudo ser provocado, según las autoridades rusas.

"El domingo, en una zona especialmente protegida, el inspector del Parque detuvo a un individuo cuando éste había hecho fuego. El personal del Parque Nacional logró localizar un incendio que se expandía sobre 10 hectáreas", subrayó el gabinete de prensa de Meshera.

El Parque Nacional, donde los incendios de turbas podrían amenazar la parte central de Rusia con humaredas similares a las del verano pasado, es además el hábitat natural de numerosas especies protegidas, como la cigüeña negra y el búho.

"Las turbas que ya arden serían suficientes para que la humareda en los núcleos urbanos altamente poblados de la región europea de Rusia sea similar a la del año pasado en el caso de una sequía prolongada", señaló hoy la web de Greenpeace.

Los ecologistas aseguraron que con viento del este el olor a humo ya se nota en la capital rusa y en las poblaciones orientales de la región de Moscú, al igual que en algunas zonas de las regiones de Tver, Vladímir y Riazán.

"De momento el humo no representa serio peligro para la salud de la población, a excepción de los que viven en pueblos situados en la proximidad inmediata al foco de los incendios, pero con tiempo seco, la humareda puede alcanzar niveles de peligrosidad en una o dos semanas", asevera Greenpeace.

Además, los servicios contraincendios de Rusia trabajan para extinguir varios fuegos en otros parajes protegidos del país, en particular en la reserva de Baikalo-Leninski (región de Irkutsk) y en la reserva de Baikal (República de Buriatia), donde el fuego se abarca 36 hectáreas.

 

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