EFE.- Este ingeniero de montes hizo esta afirmación durante la presentación del trabajo realizado por un grupo de becarios de la Fundación Barrié y el Boston Consulting Group sobre prevención de incendios en Galicia.
“Tenemos ejemplos tanto en el ámbito internacional como gallego de que los montes que son rentables, en los que los propietarios se preocupan por él, tienen menos probabilidades de arder”, apuntó en declaraciones a Efe este experto, quien lamentó que “cada uno haga la guerra por su parte” en vez de aunar esfuerzos para atajar la problemática de los incendios forestales.
El proyecto, elaborado por la asociación de becarios de la Fundación Barrié y el Boston Consulting Group investigó fórmulas de mejora de la capacidad forestal en Galicia.
Bajo el título “O próximo verán tamén arderá Galicia“, este ingeniero gallego repasó las diez claves “que son un resumen de lo que se debería hacer para poner en valor el forestal gallego” y con ello, contribuir a la “disminución de los incendios en la comunidad autónoma”.
Para implementar el rural, Piñeiro (A Coruña, 1976), consideró prioritario fomentar la cooperación entre los dueños de los terrenos, para abordar el problema del minifundio del rural gallego, que “compromete la viabilidad de las explotaciones forestales” y hacerla más atractiva a través de medidas, como “ventajas fiscales”.
Este ingeniero mostró su convencimiento de que con la valorización del monte se puede contribuir a reducir el problema de los incendios, sino en número, al menos, en su incidencia.
Para ello, abogó por “darle la vuelta a la tortilla” en el enfoque del rural, ofreciendo alternativas y “nuevos usos del monte”, como la puesta en marcha de una silvo-pasticultura (usar ganado para controlar el matorral).
El objetivo es ofrecer al ciudadano un medio “más vivo”, a través de la potenciación de productos como la castaña o las setas o fomentando los usos recreativos.