El secretario general para el Reto Demográfico, Paco Boya, ha anunciado la puesta en marcha de un proyecto piloto para adaptar el modelo productivo de la impresión 3D al ámbito rural. Así lo ha destacado en su visita de este lunes a la 3D Factory Incubator en la Zona Franca de Barcelona, donde ha resaltado el potencial de la industria 4.0 para reducir la brecha urbano-rural y avanzar hacia una mayor cohesión social y territorial.
Boya ha subrayado la importancia de activar un proyecto piloto para explorar las posibilidades de la impresión 3D como elemento dinamizador del territorio capaz de revitalizar zonas rurales afectadas por la despoblación. En este sentido, Boya ha señalado que la hoja de ruta de este piloto pasa por “identificar primero a las personas del entorno rural interesadas en formar parte de este modelo productivo y, a partir de ahí, poner en marcha el proyecto piloto sobre el territorio”.
El secretario general ha aludido a la impresión 3D como uno de los pilares de la industria 4.0 y ha señalado la importancia de entrar en contacto con este modelo de producción para explorar su adaptación al mundo rural y a los territorios más afectados por la despoblación. “La intención es definir un equipo de trabajo para trazar una línea estratégica general y, al mismo tiempo, desarrollar acciones concretas y con resultados a corto plazo”, ha señalado.
PROYECTO PILOTO DE IMPRESIÓN 3D
El secretario general ha detallado el ámbito de acción del primer proyecto piloto de impresión 3D que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) pondrá en marcha sobre el territorio en colaboración con el 3D Factory Incubator. En concreto, la iniciativa se centrará en adaptar el modelo productivo de la impresión 3D a la fabricación especializada de material de rescate en montaña, así como de las férulas y prótesis sanitarias utilizadas en los accidentes en zonas de montaña.
De este modo, este primer proyecto de impresión 3D en el ámbito rural irá dirigido a la producción de materiales de uso común en muchos territorios de montaña afectados por la despoblación. El objetivo en este caso no solo pasa por amoldar la industria 4.0 a las zonas rurales, sino también por mejorar el material utilizado por los equipos de rescate en montaña para aligerarlo y adaptarlo a las condiciones de trabajo de los servicios de emergencia en zonas montañosas.
Boya ha destacado la importancia de la especialización en los territorios rurales y ha subrayado los beneficios de impulsar un proyecto experimental para aprovechar todo el potencial de la industria 4.0 en el ámbito rural a través de la implementación de las técnicas de impresión 3D. “Nos interesa que este vector de innovación pueda generar empresas y crear empleo de calidad en los territorios rurales”, ha añadido.
La adaptación de la industria 4.0 al medio rural a través de iniciativas piloto supone un paso más en la estrategia del MITECO de llevar a cabo actuaciones concretas sobre el territorio que sirvan como banco de pruebas desde el que incubar proyectos multisectoriales para la dinamización territorial de aquellas zonas donde se haga más palpable el reto demográfico.
LA IMPRESIÓN 3D, PILAR BÁSICO DE LA INDUSTRIA 4.0
Boya ha constatado la importancia de la impresión 3D en la industria 4.0 por el uso intensivo de la tecnología que hace este modelo de producción. Así lo ha comprobado en su visita al 3D Factory Incubator, la primera incubadora europea de alta tecnología en impresión 3D, promovida por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona y LEITAT. “Gracias a la industria 4.0 y la impresión 3D podemos alimentar otros territorios. En esto el teletrabajo nos ayuda como uno de los factores que juega a nuestro favor”, ha indicado.
Este nuevo modelo de producción, basado en la superposición de capas de materiales hasta conseguir un producto previamente diseñado, hace posible la reducción de costes y la fabricación de piezas con alta precisión y en unos tiempos considerablemente inferiores a los invertidos en otras técnicas más tradicionales.
Todo eso, unido al desarrollo tecnológico experimentado por el sector de la impresión 3D, ha convertido este modelo de producción en uno de los más pujantes y con mayor capacidad de crecimiento actualmente. Ámbitos relacionados con la salud, la automoción, la electrónica de consumo o las industrias aeroespacial y textil, entre otras, se valen ya de la impresión 3D para la fabricación de muchos de sus productos.
Por todo ello, el secretario general ha insistido en la importancia de impulsar la creación de centros de innovación en el medio rural basados en la adaptación al territorio de la industria 4.0 y, en concreto, de la tecnología 3D. La visita de Boya al 3D Factory Incubator supone una primera aproximación de la Secretaría General de Reto Demográfico al mundo de la impresión 3D para diseñar, desde ya, una estrategia general que sirva como marco a largo plazo y, al mismo tiempo, detallar acciones concretas con resultados a corto plazo.