Entre las actuaciones propuestas se ha previsto el tratamiento selvícola sobre las masas arbóreas de ribera existentes en las márgenes del río. Además, se llevarán a cabo trabajos para retirar los restos vegetales arrastrados por el río en épocas de crecida, fundamentalmente en zonas que supongan un riesgo potencial de desbordamiento.

     Los trabajos previsto por la CHG incluyen también actuaciones que contribuyan a mejorar la regeneración de vegetación en los taludes afectados en las crecidas del río por taponamientos.

     Estas medidas se complementarán con la limpieza de las basuras y escombros existentes en las márgenes del río.

Mejorar la cubierta vegetal de forma puntual y no generalizada


     El fin fundamental de todos los trabajos será mejorar la cubierta vegetal de los márgenes fluviales, mediante desbroces sobre la vegetación arbustiva, de manera puntual y no generalizada.

     Se llevará a cabo en aquellas zonas donde la dominancia de zarzas supongan un problema para los ejemplares arbóreos más pequeños.

     También se realizarán podas fitosanitarias consistentes en la eliminación de todo tejido enfermo o muerto existente en las zonas más bajas de los árboles, así como retirada de árboles muertos, secos o con síntomas de pudrición, clareos en la vegetación de ribera de alta densidad de individuos o la retirada de tocones aislados.

     Entre las actuaciones más significativas destacan la corrección de la inestabilidad lateral del cauce, mediante la instalación de plantones de sauce, a lo largo del tramo del río donde se presentan problemas de erosión de la orilla.

    Las actuaciones de la CHG, según el informe de impacto ambiental del proyecto debe respetar íntegramente el arbolado autóctono de ribera y limitarse la limpieza exclusivamente a la vegetación que obstruye el cauce.

     Los trabajos a realizar deben garantizar en todo momento la protección de los restos arqueológicos que se encuentran en el entorno de este tramo del río Guadiana para preservar así la riqueza patrimonial.

    También se obliga a la CHG a establecer distintas medidas de prevención para evitar que puedan ver afectados durante los trabajos hábitats de interés comunitario como los de prados mediterráneos de hierbas altas y juncos (Molinion-Holoschoenion), el de galerías ribereñas termomediterráneas (Nerio-Tamaricetea) y del sudoeste de la península ibérica (Securinegion tinctoriae), o los de bosques de Quercus ilex, dehesas perennifolias de Quercus spp. o pendientes rocosas con vegetación casmofítica que se encuentran en el entorno.

     Al realizarse los trabajos en áreas criticas para la fauna, ictofauna, la herpetofauna o la avifauna, el promotor de las obras deberá también cumplir con unos estrictos requisitos que garanticen que no se producen afección sobre las mismas.

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