Todo el sector porcino e industrial agroalimentario que gira alrededor del jamón de Teruel genera más de 2.000 empleos directos y es uno de los pilares fundamentales de la economía de la provincia.
El proceso de certificación, que corre a cargo de técnicos cualificados, se realiza mediante un sistema de evaluación a todos los operadores implicados en el proceso.
Se realizan inspecciones a las actividades de piensos, explotaciones porcinas, mataderos y salas de despiece, secaderos y salas de loncheado y envasado, así como auditorías a los secaderos como operadores finales a los que se concede el certificado y presentan la marca sobre el producto amparado.