La Convención Internacional de Protección Fitosanitaria ha aprobado nuevas normas para el diagnóstico de seis plagas, entre ellas la Xylella fastidiosa, una bacteria que está causando serios daños en los olivos.
El técnico de la convención Mirko Montuori detalló este miércoles 3 a Efe que el órgano rector de ese organismo, reunido esta semana en Roma, ha adoptado protocolos que describen los procedimientos para que los países puedan identificar correctamente las plagas.
«Los reguladores e inspectores tienen así los elementos para reconocer las plagas que detectan y, en función de eso, poder aplicar las medidas pertinentes», dijo Montuori.
La Xylella fastidiosa, identificada por primera vez en América, se ha propagado rápidamente desde 2015 a cultivos de alto valor económico de Asia y Europa, donde ha acabado con 180.00 hectáreas de olivares en Italia y se ha detectado en Francia y España.
lAS reglas se limitan a los trabajos de diagnóstico y no incluyen otros estándares DE vigilancia o a los tratamientos
Los protocolos aprobados también recogen los métodos para identificar la mosca oriental de la fruta, que afecta a árboles como el aguacate, el banano, la guayaba y el mango en al menos 65 países, lo que ha llevado a restringir su comercio en África, causando pérdidas anuales de unos 2.000 millones de dólares.
El experto precisó que esas reglas se limitan a los trabajos de diagnóstico y no incluyen otros estándares relativos a la vigilancia o a los tratamientos específicos que se deben aplicar para controlar las plagas.
Los países miembros de la Convención también sacaron adelante un nuevo estándar internacional con el fin de mejorar la fumigación ante la creciente preocupación de sus efectos sobre la salud y el medioambiente.
La regla recoge los requisitos de temperatura, duración y cantidad de sustancias para que la fumigación sea efectiva y propone soluciones para reducir sus impactos negativos, según una nota de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Hasta la fecha, la comisión que rige la citada convención ha aprobado más de cien normas internacionales que cubren todos los aspectos de la protección de las plantas con vistas a garantizar un comercio seguro.