La principal incidencia en el sector agrario y agandero se verá reflejada en el apartado de Delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico. En él se recoge, en otras cuestiones,  que se garantizará la sanción penal agravada del hurto reincidente, una de las reivindicaciones de las OPAs ante la presencia de bandas organizadas dedicadas al robo no sólo en fincas, sino de saqueo de muchas explotaciones para su posterior venta en mercadillos y circuitos de venta ambuñlante.

     Asimismo, la reforma señala que se pretende evitar que todos los hurtos de efectos de valor inferior a 1.000 euros se sancionen como delitos leves. Esta también ha sido una petición expresa del sector, que veía cómo mientras se detenían a los presuntos delicuentes, estos salíam a la calle a las pocas horas o días por estar considerado el robo comoun hurto menor.

     De igual forma, el nuevotexto del Código Penal recoge que se podrá flexibilizar el marco penal del delito de hurto introduciendo mayor proporcionalidad en las penas y prever, dentro del supuesto atenuado, un régimen flexible aplicable a los casos de reincidencia y de inutilización de los dispositivos anti-hurto, a fin de garantizar su aplicación en los casos de hurto de menor gravedad, pero con forzamiento de los dispositivos.

      Finalmente, y quizás un de los puntos más polémcios en materia ‘agraria’, se va a liminar las referencias al valor de la cosa y situación de la víctima como parámetros de los que se deriva la gravedad o levedad de la infracción. Una cuestión que reclamaban las OPAs, para evitar que las citadas bandas organizadas se presentaran como parados o indigentes ante el juez, pero que también puede conllevar que al final acaben pagando justos por pecadores, sobre todo pensando en quienes asaltan una explotación para robar unos kilos de fruta o verdura o en el caso de una supuesta rebusca ilegal.

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