EFE.- La organización agraria reconoce que en el otoño las lluvias llegaron tarde, pero afirman que recuperaron la esperanza en el invierno, ya que las lluvias fueron las «justas y necesarias», por lo que los cultivos crecieron sanos.

En años anteriores, recuerdan desde la organización, la sequía en unos casos y los excesos de lluvia en otros acabaron con la «ilusión» de los trabajadores de secano, problemas que se sumaron a las distintas plagas.

Esta formación señalado como responsable de la disminución de la cosecha a la aparición de hongos, que obligó a realizar caros tratamientos, y a la ola de calor en mayo que interrumpió el proceso de maduración de las plantas.

La organización subraya el «insostenible» avance de las plagas que encarecen los costes de producción.

APAG Extremadura ASAJA prevé poco beneficio para los cerealistas y recuerda al Gobierno de Extremadura que tiene en su mano la reducción de los costes de producción.

En este sentido, añaden que no piden reparto de dinero, pero sí buenas voluntades y ganas de mantener vivo «el motor de la economía de los pueblos», autorizando la destrucción de los restos de cosecha de manera controlada.

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