Entre esas condiciones, la que supone un mayor esfuerzo de adaptación de las infraestructuras de la explotación, y una mayor inversión, es la obligación de mantener a las cerdas jóvenes en grupos, entre las cuatro semanas siguientes a la cubrición y los siete días anteriores a la fecha prevista de parto, según señala en Magrama en un comunicado.
Según el Ministerio, estas guías son una herramienta para abordar la adaptación de las explotaciones, al incluir las nuevas normativas que afectan al porcino, así como las demandas de los consumidores en lo relativo a la calidad y seguridad, respeto al medio ambiente y al bienestar de los animales.
El objetivo es que, una vez acometida la adaptación de la explotación, los ganaderos puedan desarrollar su actividad en condiciones de productividad y viabilidad económica, en un contexto de mercado compatible con el modelo europeo de producción.
Desde el Departamento recuerdan que España, como segundo país productor de carne de cerdo de la Unión Europea (UE) y con un nivel de autoabastecimiento superior al 135 %, desempeña un papel puramente exportador.
En este sentido, el Magrama ha asegurado que el cumplimiento de la normativa comunitaria en materia de bienestar animal a partir del próximo enero, es "esencial" para la competitividad del porcino español, respecto a otros grandes productores de la UE.