La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha puesto a disposición del sector oleícola más de 198 millones de euros a través de las diferentes líneas de ayudas convocadas en este primer año de ejecución del Programa de Desarrollo Rural Andaluz (PDR) 2014-2020. La consejera Carmen Ortiz, que ha presidido en Sevilla la reunión del Consejo Andaluz del Olivar, ha destacado el «compromiso del Gobierno andaluz para incentivar las inversiones y actuaciones necesarias para mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector».
Según ha informado Ortiz, de ese montante «se han concedido 155 millones de euros para más de 15.500 solicitudes, principalmente de agroambientales y olivar ecológico». Asimismo, con el objetivo de poder apoyar el máximo número de proyectos, la Consejería ha aumentado de 37 a 108 millones el presupuesto para las ayudas a la modernización de industrias agroalimentarias, lo que significa que ha multiplicado por tres el presupuesto inicial. En el caso concreto de las industrias de olivar, ha explicado Ortiz, el incremento ha sido de 18 millones de euros, hasta llegar a los 29,3 millones. Para la consejera, «la gran demanda que están teniendo los incentivos a las inversiones son la confirmación de que el sector oleícola está inmerso en una importante transformación».
La consejera ha reiterado la necesidad de seguir trabajando para reforzar el sector oleícola y «hacerlo menos vulnerable a los vaivenes que tanto nos han perjudicado en los últimos años». En este sentido, ha recordado que Andalucía es la única comunidad autónoma que cuenta con una ley específica para el olivar, y dispone además de un Plan Director incluido en el PDR con una presupuesto de 304 millones de euros “en exclusiva para este sector».
Además de este apoyo específico, el olivar se beneficia de ayudas del PDR como las dirigidas a incorporación de jóvenes a la actividad agraria, a la creación de grupos operativos de innovación, que cuenta con una línea destinada a este sector, y de las diferentes actuaciones que se impulsan desde el Ifapa en esta materia.
Una campaña positiva con resultado similares a la pasada campaña
La consejera ha anunciado que en términos generales «podemos decir que estamos ante una campaña positiva en cuanto a producción y generación de valor y empleo». En plena recolección de la campaña de aceite 2016-2017, la previsión es una cosecha similar a la de la pasada campaña. Ortiz ha destacado el buen comportamiento de las exportaciones de aceite de oliva, que entre enero y octubre han superado los 1.896 millones de euros, un 18,7% más que en el mismo periodo del año anterior.
En el caso de la aceituna de mesa, de enero a septiembre las exportaciones han superado los 412 millones de euros, un 9,2% más. Además, ha resaltado que hay un incremento del consumo de aceite de oliva, principalmente en mercados fuera de la Unión Europea, y en Estados Unidos, donde las exportaciones de aceite español han desbancado a las de Italia, primer mercado proveedor. El consumo de aceituna de mesa también ha crecido considerablemente en todo el mundo, multiplicándose por 3 en los últimos 25 años.
Durante la reunión con el sector oleícola se han abordado otros temas de interés para el sector, como la aparición en Baleares de la Xylella fastidiosa y el apoyo de la Junta a las Indicaciones Geográficas Protegidas de las aceitunas manzanilla y gordal de Sevilla.
Sobre el primer punto, la consejera ha recordado que a principios de diciembre se celebró una reunión en la Consejería para informar al sector de que, según los resultados del plan de vigilancia y las numerosas actuaciones de control realizadas por la Consejería, Andalucía está libre de dicha bacteria.
En cuanto a las IGP, Ortiz ha informado de que los recursos que se han interpuesto por vía judicial al reconocimiento de estas denominaciones podrían implicar un «retraso considerable» en la tramitación europea. La consejera ha vuelto a insistir en que estas IGP son una «iniciativa que no pretende perjudicar a nadie, sino poner en valor unas producciones tradicionales de calidad y que sean fácilmente reconocibles por los consumidores».